Treinta años de impulso emprendedor gracias a historias que nacen en La Curtidora
La Curtidora de Avilés celebra tres décadas como una de las principales incubadoras de empresas de Asturias, un lugar donde el talento se transforma en proyectos y las ideas encuentran las condiciones necesarias para crecer. Si en su primera etapa impulsó firmas consolidadas como Alusín Solar, TAM o Elinor, hoy su espíritu sigue más vivo que nunca con una nueva generación de emprendedores que continúa escribiendo la historia de este espacio singular.
En Conecta damos continuidad a esta serie conmemorativa por el 30 aniversario del centro, y lo hacemos de la mano de cuatro empresas que reflejan la evolución del emprendimiento avilesino: Domobility, PROUN Media, Girol Consulting y Javier Remo Arquitectos. Todas distintas en su naturaleza, pero con un denominador común: haber encontrado en La Curtidora el impulso necesario para profesionalizarse, innovar y dar el salto hacia nuevos horizontes.
Domobility: la apuesta tecnológica que nació del coraje
Hay lugares que no solo albergan empresas, sino comienzos. La Curtidora es uno de ellos. Y entre sus muros surgió Domobility, una compañía de servicios IT especializada en comercio electrónico que es hoy ejemplo de emprendimiento y expansión territorial.
Sus fundadores, Xuan de Isla y Adolfo Torío, se enfrentaron al cierre de la empresa en la que trabajaban y decidieron transformar la incertidumbre en oportunidad. “Queríamos construir nuestro propio proyecto”, recuerda el CEO, de Isla. Aquella decisión, cargada de valentía, dio lugar a una de las firmas tecnológicas más reconocidas de Avilés.
Los primeros años no fueron fáciles. “Éramos nuevos y nos costó ganar clientes. Poco a poco, nuestros primeros proyectos empezaron a darnos visibilidad, credibilidad y nos abrieron puertas”, asegura el CEO. Esa etapa inicial coincidió con su estancia en La Curtidora, a la que define como “más que una oficina: un laboratorio de ensayo y error”.
De Isla recuerda el ambiente de apoyo entre empresas y la posibilidad de aprender de los más experimentados: “Más que generar negocio, poder compartir experiencias con otras empresas con más trayectoria fue lo más enriquecedor”. Allí, desarrollaron incluso una app basada en códigos QR antes de que la tecnología estuviera preparada: “una idea adelantada a su tiempo”.
El salto a oficinas propias llegó de la mano de eBay, una colaboración que marcó un punto de inflexión. “Supuso un impulso muy importante: nos ayudó a profesionalizar el equipo y a crecer”, explica. Desde entonces, Domobility ha abierto sedes fuera de España y cuenta con más de treinta profesionales especializados en desarrollo, soporte y captación de clientes.
El CEO tiene clara la filosofía que les guía: “Si trabajas bien y mantienes una línea coherente, las oportunidades acaban llegando”. Un mensaje que resume la esencia de quienes, como ellos, encontraron en La Curtidora el mejor punto de partida para construir futuro.
PROUN Media: de un despacho compartido a una agencia global
Fundada en 2007 en plena reconversión económica, PROUN Media nació en La Curtidora con un objetivo claro: ofrecer servicios integrales de diseño, desarrollo y estrategia digital bajo un mismo techo. Su fundador, Daniel Clavel, recuerda aquellos inicios como un tiempo de esfuerzo y aprendizaje en un entorno que favorecía el emprendimiento. “Fue una etapa muy enriquecedora a nivel personal y profesional”, asegura.
En aquel momento, la crisis financiera asomaba y emprender implicaba asumir riesgos. Sin embargo, el equipo de PROUN lo tenía claro: “Queríamos aplicar todo lo que habíamos aprendido, pero con un enfoque propio, y La Curtidora fue clave en ese momento, pues nos ofreció flexibilidad, una reducción de costes muy importante y un entorno ideal para comenzar”.
El centro no solo les proporcionó espacio y servicios, sino también la posibilidad de crecer a su ritmo. “En poco más de un año cambiamos hasta tres veces de oficina, pasando de un despacho pequeño a un espacio con capacidad para diez personas. Esa posibilidad de crecimiento progresivo es un valor diferencial”, recuerda Clavel.
Su salida de La Curtidora fue “una decisión difícil”, pero necesaria para consolidar su modelo. Hoy, PROUN Media cuenta con sedes en Avilés y Madrid, y con una red de clientes en España, Reino Unido y Estados Unidos. Entre sus proyectos más destacados figura Clicars, la principal plataforma de venta digital de vehículos de ocasión en España: “Diseñamos y desarrollamos desde cero la plataforma, y hoy es el canal de referencia del sector”.
Clavel destaca que la filosofía de PROUN se ha mantenido intacta: “No somos una fábrica de webs, somos una consultora digital con capacidad creativa y técnica”. Ahora, con la inteligencia artificial y la omnicanalidad en el centro del debate, la agencia continúa anticipándose a las tendencias del mercado, fiel a un principio que les acompaña desde sus días en La Curtidora: adaptarse sin perder la esencia.
Girol Consulting: tecnología a medida y espíritu colaborativo
Dentro del ecosistema de La Curtidora también germinan proyectos tecnológicos de nueva generación, como Girol Consulting, una firma avilesina nacida en 2021 de la mano de Daniel Álvarez. Su propósito era claro: crear una consultora capaz de resolver los desafíos técnicos que otras empresas no podían afrontar. “Buscaba un lugar en Avilés para arrancar, y descubrí que en La Curtidora es donde más te ayudan para empezar”, recuerda.
El entorno resultó ideal para establecer contactos y crecer: “Nos ayudó mucho, pues nos facilitó conocer otros proyectos, compartir experiencias y conseguir propuestas nuevas”. Pero lo que más valora Álvarez es el factor humano: “Lo mejor, sin duda, es la atención del equipo; si tienes un problema, te responden. Eso marca la diferencia”.
Durante cinco años, Girol consolidó su estructura y amplió su equipo, pasando de un autónomo a una plantilla con presencia en Avilés, Barcelona y Madrid. Su especialidad es la programación a medida, el desarrollo de conectores y aplicaciones personalizadas y la integración de sistemas. “Nosotros no somos una agencia al uso; ayudamos a otras más pequeñas a afrontar los retos técnicos que no pueden asumir. Lo nuestro es meternos en el código, en las tripas de los proyectos, y solucionarlos”, resume.
El reconocimiento no tardó en llegar. En 2022, Girol Consulting recibió el Premio Emprendedor Futuro, un impulso que les permitió acceder a nuevos clientes y reforzar su reputación como socio tecnológico. Su fundador destaca la importancia de la colaboración con asociaciones y clústeres como AJE Asturias y el Clúster TIC: “Ayudan mucho a las pequeñas tecnológicas a ganar visibilidad y a crecer. Creo que toda empresa de este tipo debería formar parte de estas entidades”.
Hoy, la firma trabaja en el desarrollo de soluciones basadas en inteligencia artificial, como una startup que automatiza la gestión de citas en clínicas dentales mediante voz y procesamiento de lenguaje. “Cada vez todo es más digital, y nosotros tenemos que estar preparados para acompañar a nuestros clientes en esa transformación”, afirma.
Javier Remo Arquitectos: sostenibilidad, diseño y raíces locales
La historia de Javier Remo Arquitectos es una de esas que conectan la innovación con las raíces. Su fundador, Javier Redondo, decidió en 2015 regresar a Asturias tras años en A Coruña y Barcelona para iniciar su propio estudio. “Fue una mezcla entre la necesidad y el convencimiento, pues sabía en qué quería centrarme y vi la oportunidad”, explica.
Su elección de instalarse en La Curtidora fue natural: “¿Qué podría decir de La Curtidora? Todo cosas buenas, la verdad. Primero fue el centro de asesoramiento al emprendimiento, y después el lugar de implantación de mi estudio. Es un espacio amable con los emprendedores y con los usuarios, en el que todo son facilidades a la hora de arrancar”.
El estudio ha hecho de la madera su columna vertebral, empleándola en estructuras, revestimientos y proyectos completos de entramado ligero. “La utilizamos como material principal, tanto en revestimientos interiores y exteriores, como en la parte estructural, acometiendo proyectos conscientes con el medio ambiente”, detalla Redondo.
En la actualidad, trabajan en seis proyectos de vivienda unifamiliar, cinco de ellos ejecutados en estructura de madera, además de diversas rehabilitaciones y el rediseño del espacio joven del Ayuntamiento de Avilés. La metodología Passivhaus, el uso de herramientas BIM y la visualización 3D forman parte de su día a día.
Para el arquitecto, La Curtidora fue “el paso correcto y necesario”. Valora las sinergias con otros profesionales, los servicios, el ambiente y la flexibilidad del espacio. “El buen ambiente entre todos los usuarios hace de este centro una gran referencia a nivel nacional”, subraya.
Con una mirada puesta en el futuro, Redondo defiende que la prefabricación y la industrialización marcarán el camino de la construcción sostenible. “Hay que cambiar el chip y planificar a medio y largo plazo”, afirma, convencido de que Asturias puede aprovechar su masa forestal para desarrollar nuevas industrias de transformación de materiales.
Treinta años después, La Curtidora de Avilés sigue siendo el punto de partida de muchas historias que impulsan el tejido empresarial asturiano. Desde la tecnología hasta la arquitectura sostenible, el espíritu que un día convirtió una fábrica de curtidos en un centro de empresas se mantiene intacto: el de dar alas a las ideas para que se conviertan en realidades.