CEOE y CEPYME piden al Gobierno la exoneración de impuestos.

La patronal española valora la comparecencia de Pedro Sánchez mostrando su enorme preocupación por la recesión económica por causa de la caída drástica de la oferta y demanda de bienes y servicios, por imposición legal a causa de motivos sanitario

Después de conocer que el Gobierno ha decidido prorrogar dos semanas más, hasta el próximo 26 de abril, el actual estado de alarma, la patronal española CEOE y CEPYME instaron al Gobierno a que, de manera rápida y eficaz, proceda a suspender las obligaciones de pago de impuestos, en la misma dirección que llevan reclamando en las últimas semanas sendas organizaciones empresariales.

Las organizaciones patronales también han reiterado su apoyo a las decisiones de las autoridades sanitarias, coinciden en que la prioridad tiene que ser salvaguardar la salud y la seguridad de los ciudadanos.

Pero están muy preocupados por los datos económicos (muy negativos) que se miden desde que se decretase el estado de alarma, y siguen insistiendo en que se suspenda el pago de tributos como el IVA, IRPF o las cotizaciones a la Seguridad Social en aquellos sectores y empresas más golpeadas por el descenso de la actividad.

Las organizaciones empresariales ofrecen su esfuerzo para identificar cuáles son esos sectores y empresas más vulnerables, "para aplicar con urgencia dicha suspensión fiscal que ya han adoptado, por otra parte, 22 países europeos y hasta 15 Comunidades Autónomas"

Recuerdan que las limitaciones al trabajo y la movilidad de la población y la particularidad del tejido empresarial español compuesto mayoritariamente de autónomos y micro-pymes, hace que para las empresas no está siendo posible disponer de la información contable y fiscal del gran espectro empresarial para poder cumplir con los deberes tributarios.

Como ejemplo la patronal explica que un 80% de las pymes realizan sus declaraciones a través de asesorías profesionales externos, y en un 50% el tratamiento de facturas se realiza en papel, sin olvidar que el pago en ventanilla física de entidades financieras es aún muy frecuente, por desgracia.

Recuerdan además que no cabe ya solicitar aplazamientos como ofrece el Ejecutivo, puesto que su tramitación sería en sí mismo un nuevo obstáculo para muchas empresas que están ya al borde del cierre, generando muchas dudas de si merece la pena arriesgarse a seguir endeudándose si ni siquiera se sabe cuándo se va a volver a recuperar la actividad, cuándo volverá el consumo y si lo hará de la misma manera.

Están trasladando la información que fluye desde las empresas individuales, a través de las asociaciones privadas hacia las patronales regionales y de éstas, hacia la CEPYME y CEOE, en la que muestran una enorme preocupación porque muchas empresas y sus trabajadores viven en estos momentos una situación angustiosa tras semanas con pocos o nulos ingresos, a la espera de una financiación que no está llegando a la velocidad deseada y, en cambio, soportando puntualmente el pago de los tributos y seguros correspondientes en impuestos así como el resto de los gastos corrientes y salarios de los empleados.

Demandan que se amplíen con carácter inmediato, de los 20.000 millones iniciales a los 50.000 millones de euros, las líneas de avales aprobadas por el Gobierno, para destinar este nuevo tramo especialmente para pymes y autónomos que están pasando dificultades pero que no quieren cerrar en las próximas semanas.

También la patronal insiste en la necesidad de seguir salvaguardando el empleo y lograr, en la medida de lo posible, que la caída de la actividad no se traduzca en mayores niveles de desempleo, recomiendan encarecidamente flexibilizar los procesos de regulación temporal de empleo (ERTEs).

Alertan que la recuperación no será inmediata, también que estos ERTEs que se solicitan se mantengan temporalmente después de finalizar el estado de alarma mientras el mercado se va recuperando paulatinamente.

No se han olvidado la patronal de la industria, por la complejidad de las relaciones entre empresas y la influencia de los hábitos de los consumidores en la cadena de valor en la fabricación industrial.