Cuando un emprendedor con éxito, es decir, un empresario, ve la necesidad de crear su canal de distribución, debe pensar que tipo de vendedor le conviene y para ello debe conocer las posibilidades que tiene.
Hay una verdadera maraña de nomenclaturas (viajante, representante de comercio, agente de ventas y “comercial”) que más que aclarar las opciones, confunden, sobre todo confunde la sustantivación del adjetivo "comercial". Esta perversión del lenguaje se utiliza para denominar a todo vendedor, aportando así más oscuridad al tema, por una pretendida simplificación
Un Agente Comercial Colegiado no es un “Comercial”
Existen cuatro clases de vendedores:
- Vendedor [trabajador] con contrato laboral ordinario (Viajante de Comercio), este trabajador está en plantilla de la empresa cobra sueldo y a veces comisiones o rappels sobre ventas, además, la empresa suele facilitarle coche y/o abonarle kilometraje y dietas (v.gr.: visitador médico) y está, como es normal, a órdenes precisas, como cualquier trabajador de la empresa. En la seguridad social se integra en el Régimen General.
- Vendedor [trabajador] pero con una relación laboral de carácter especial (Representante de Comercio) R.D.1438/1985, que desarrolla el apartado 2f del Estatuto del Trabajador, que determina las relaciones laborales de carácter especial. Trabaja generalmente para más de una empresa, entre todas ellas cotizan a la seguridad social dentro del Régimen General en el apartado de Representantes de Comercio. Normalmente cobra una comisión sobre las ventas que realiza y raramente percibe remuneraciones para gastos de desplazamientos o dietas y kilometrajes. Éstos al igual que las vacaciones y extras, las empresas dicen que están contenidas en el porcentaje de comisión pactado, aunque hay opiniones en contrario y casos donde se cumple parte de las condiciones indicadas.
- Vendedor [profesional] libre y autónomo (Agente Comercial Colegiado). Su relación con las empresas representada, que suelen ser varias, es a través de la Ley del Contrato de Agencia, Ley 12/1992, su relación no es laboral –mercantil-, se diferencia del anterior, sobre todo por su independencia y, generalmente, no responde del buen fin de las operaciones (*) en que interviene, salvo pacto en contrario, tal como dice el art. 1º de dicha ley. Está de alta en autónomos y su epígrafe en el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) es el 511: Agente Comercial Colegiado
- Comisionista [empresario] Agente Comercial. Podríamos decir que es una microempresa, porque su característica principal es que responde del buen fin de las operaciones en que intervienen, aunque no toquen la mercancía. Compran y venden en firme. 631 Intermediarios de comercio en el IAE Sección primera de las Tarifas del IAE (Impuesto de Actividades Económicas). Y en la Seguridad Social, también en Autónomos.
Desde el punto de vista empresarial
Es muy interesante conocer las formas de ejercer la agencia comercial, desde un punto de vista empresarial, a fin de organizar la red de ventas o canal de distribución de una empresa, teniendo en cuenta las necesidades de ésta. Es decir, si la empresa desea tener vendedores muy atentos a las instrucciones de ella, en cuanto al número de visitas, controles estadísticos, periodicidad, control de fichas de clientes etc. deberá tener sus vendedores con relación laboral ordinaria (más dependencia y exclusividad) o especial (algo menos de dependencia y no exclusividad). Por el contrario, si no es necesario esa dependencia convendría un agente comercial libre, más independiente pero mucho más barato (sin cargas sociales ni otros gastos fijos –salario-) idóneo, creo yo, para las miles de pequeñas y medianas empresas que existen y precisan de un canal de distribución, que sin necesidad de ser muy dependiente, no comporte a la empresa costes fijos, aportando profesionalidad.
``Es muy interesante conocer las formas de ejercer la agencia comercial, desde un punto de vista empresarial, a fin de organizar la red de ventas o canal de distribución de una empresa´´
