DAVID VILLAR - DIR. GEN. MEDIO Y PLANIFICACIÓN RURAL

“El campo quiere y necesita tecnología"

"Probablemente, hay más robótica en muchas de nuestras granjas ganaderas que en algunos parques tecnológicos y esto es así porque calidad y sostenibilidad no están reñidos con automatización de procesos, predicción de la demanda y control continuo".

David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres
photo_camera David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres

El medio rural asturiano está en plena transición. Analizamos con David Villar García (Salas, 1977), director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias, los retos y oportunidades de la región en materia de digitalización y modernización.

¿Cuáles cree que son los principales lastres en materia tecnológica para las empresas rurales?

La industria agroalimentaria, especialmente la asturiana que posee un importante peso específico ligado a productos de altísima calidad, ya ha incorporado los últimos avances tecnológicos tanto en materia de trazabilidad, como en control y logística, por lo que su apuesta por la innovación forma parte de su naturaleza.

Pero, probablemente, el sector primario en el ámbito de la producción, puede ser uno de los campos con mayor capacidad de crecimiento en tecnología e innovación, siendo poco conocido para los agentes que operan con otras industrias más tecnificadas como la naval o la energética.

El campo quiere tecnología y la necesita, pero el abordaje de su digitalización ha de hacerse desde un enfoque que respete su know-how, incorporando la tradición a los procesos y de la mano de agentes territoriales que acompañen en ese proceso de mejora continua que siempre se ha hecho en la agricultura y la ganadería.

¿Cómo ve el futuro tecnológico en el ámbito rural? ¿Qué avances faltan por hacer para que sea posible?

Para todo ese tejido empresarial que realiza su labor en el medio rural, el principal objetivo sigue siendo una conectividad de calidad, condicionada por nuestra fisiografía y dispersión poblacional, que llegará en breve. Sin embargo, la conectividad por sí misma no genera diferencia competitiva, quien se asiente en el medio rural tiene que valerse de su entorno para marcar esa diferencia, la esencia de su producto es dónde y cómo se produce.

El medio rural, privilegiado en el caso de Asturias por su riqueza natural y cultural, es una zona de acogida natural para actividades deslocalizadas de la urbe, como se ha demostrado con la proliferación del teletrabajo durante esta pandemia. La calidad de vida en nuestro entorno mejora los indicadores de rendimiento en trabajo remoto, pero nos gustaría que esos nuevos nichos de empleo cuenten al medio rural como su marca empresarial, el único recurso que no se puede deslocalizar y que puede ser parte del futuro del medio rural.

David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres

David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres

¿Se están creando Hubs de innovación en zonas rurales de Asturias?

Hay iniciativas muy interesantes en algunas zonas periurbanas, con nodos de empresas que unen sus recursos para desarrollar proyectos más allá de la suma de sus partes. Cabe destacar el ejemplo de lugares como Somiedo, vinculado a su acervo etnográfico y su exuberante biodiversidad, donde se ha creado una comunidad de nómadas digitales con proyección internacional que están en constante atracción de talento.

Existen parques empresariales y viveros de empresas en Tineo, Cabranes, Proaza o El Franco que permiten a emprendedores locales disponer de espacios de oportunidad para su idea empresarial y ponen en contacto a estas iniciativas, todo ello, con costes más contenidos que las grandes ciudades y conectividad en algunos casos de mayor capacidad que el medio urbano.

La robótica llegó hace años al campo, ¿está aumentando su uso?

Probablemente hay más robótica en muchas de nuestras granjas ganaderas que en algunos parques tecnológicos y esto es así porque calidad y sostenibilidad no están reñidos con automatización de procesos, predicción de la demanda y control continuo. Estamos a la cabeza nacional en calidad de producción láctea y no es producto de la casualidad, detrás hay mucho trabajo de selección, asesoramiento técnico e introducción de nuevas tecnologías.

La producción primaria adolece de falta de mano de obra especializada, que requiere además de formación continua para adaptarse a normativas cada vez más exigentes en materia de sanidad y medio ambiente, con lo que en algunos procesos se recurre a la robótica (robots de ordeño, tractores autoguiados, etc..) tanto para suplir esa falta de personal como para mejorar la calidad de vida de los ganaderos y los agricultores.

La agricultura de precisión tiene un campo de desarrollo extraordinario en Asturias, especialmente, por contar con un recurso abundante y de calidad: el agua. La robótica y la sensórica ya se aplican sobre cultivos de alto valor como el kiwi, los frutos rojos o la faba, transfiriendo conocimiento de sectores más expertos como la viticultura o el sector frutícola, donde ya están más implantados. Es especialmente relevante toda la tecnología aplicada en el sector del kiwi, que permite periodos de conservación más dilatados y, por tanto, mejor cuota de mercado a través de una exhaustiva predicción de la demanda.

¿Qué ayudas hay actualmente para crear empresas en zonas rurales?

A través del PDR, cualquier emprendedor de la zona rural puede optar a ayudas para el inicio de su actividad agroganadera de producción, que pueden llegan hasta los 70.000 € por perceptor en el caso de menores de 40 años y que además se pueden complementar con planes de mejora tecnológica o dotacional.

Asturias es la segunda región de Europa que más porcentaje de su PDR destina al Programa LEADER, lo que supone una clara apuesta por la diversificación de las empresas rurales y la creación de nuevas iniciativas en el medio rural. Por tanto, para el resto de iniciativas no vinculadas directamente con la producción de alimentos, las partidas de la convocatoria actual del programa LEADER (abierto hasta el 15 de febrero) se dotan con 16,5 millones destinados a las ayudas a operaciones para atender a la demanda de los emprendedores rurales. Actualmente, se está ejecutando la convocatoria de 2020, que moviliza más de 22,6 millones para apoyar 631 proyectos, la mayor hasta la fecha.

Entre las medidas más importantes de esta convocatoria LEADER se encuentra la de Ayuda para la puesta en marcha de actividades no agrícolas en las zonas rurales (Tikcet rural), que podrá alcanzar hasta los 35.000 euros y permite a nuevos emprendedores disponer de un importante impulso económico cuando más se necesita, en los primeros momentos de su actividad.

¿Y para la digitalización y transformación de las empresas?

Como principal vía para la transformación de las empresas netamente productivas, promovemos las líneas destinadas a la Mejora y Modernización de las explotaciones ganaderas, que abrirán su convocatoria en la primera parte de este 2022. Dicha convocatoria supone un apoyo a las inversiones en explotaciones agrícolas con el objetivo de mejorar su rendimiento económico a través de un uso más adecuado de los factores de producción, incluyendo la introducción de nuevas tecnologías e innovación.

Para la industria agroalimentaria y forestal, se promueve la inversión en transformación y mejora de procesos, para optimizar los sistemas de transformación, comercialización y/o desarrollo de productos agrícolas mediante el fomento de la producción agrícola local, la venta directa y los canales cortos de comercialización, así como el apoyo a proyectos de inversión en la industria agrícola. Esta convocatoria plurianual está dotada con 9,3 millones y se encuentra abierta hasta el 18 de febrero de 2022.

Además de lo anteriormente expuesto, se cuenta con una línea de ayudas a proyectos de innovación propuestos por grupos operativos en el ámbito de la agricultura, la ganadería, la industria agroalimentaria, el sector forestal, el desarrollo rural y el medio ambiente, enmarcados en la iniciativa EIP-AGRI de la Comisión Europea y dotados con 3 millones de euros en su primera convocatoria. En esta línea, que involucra a empresas innovadoras, Centros de Investigación y Centros Tecnológicos, las empresas interesadas tendrán oportunidad de concurrir de nuevo a una nueva convocatoria en 2022.

David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres

David Villar, director general del Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias // Marta Martín Heres

El SERIDA, que tiene una fuerza laboral investigadora, va a pasar a integrarse en la nueva Agencia de Ciencia e Innovación del Principado de Asturias, ¿supone un empuje a la innovación agroalimentaria?

El SERIDA, nuestro centro de conocimiento aplicado al sector primario, es una institución de referencia dentro y fuera de Asturias, nexo de unión entre lo que el campo necesita y lo que la ciencia más puntera puede ofrecerle. Más allá de su labor investigadora, reconocida dentro y fuera de Asturias, su labor como catalizador de iniciativas con otros Centros, Universidades e investigadores, le permite ofrecer soluciones personalizadas para cada productor y ganadero, fruto de decenas de años de contacto directo con el sector.

Sin duda, la convergencia de varias entidades de investigación e innovación en el marco de la nueva Agencia (ACCIA), a través de una mejor coordinación y optimización de los recursos que todas ellas aportan, servirá para abordar de manera más eficaz y eficiente las distintas estrategias de innovación en Asturias, incluyendo con nombre propio en ese nuevo modelo de gobernanza a ámbitos como el agroalimentario o el de la investigación biosanitaria.

Por tanto, sin duda estamos ante una gran oportunidad para el sector agroalimentario asturiano, ya que las sinergias y las oportunidades que esta visión conjunta sobre lo que la ciencia y la innovación pueden aportar a un territorio, redundarán en mayor competitividad, sostenibilidad y reconocimiento positivo del primer sector.

¿Cuáles son los próximos retos o objetivos a 5 años para la Dirección General y para David Villar?

Estamos inmersos en un cambio de paradigma para el sector primario, que ha de buscar una sostenibilidad ambiental y socioeconómica más allá de su inminente periodo de programación, que abarca el periodo comprendido entre los años 2023-2027 y permitirá llegar al final de 2029 en esta senda de gasto.

Por tanto, el principal objetivo es lograr que la Cornisa Cantábrica, con Asturias como exponente, disponga de recursos suficientes para aportar unas condiciones de vida dignas y atractivas para que la gente viva, trabaje y disfrute de este Paraíso Natural. Esto sólo se logra con planificación estratégica, escucha activa del sector y cogobernanza leal con las diferentes Administraciones implicadas, un reto que tenemos que abordar juntos para que el 2030 sea un año en el que se renueve el compromiso europeo con el medio rural.

Sin duda, servir al conjunto de la sociedad e intentar mejorar la vida de las personas a través del desarrollo territorial es lo que más me motiva, un camino que espero recorrer de la mano de mis compañeros y compañeras, un gran equipo del que aprendo constantemente.