Siguiendo los distintos planes de contingencia, las empresas industriales se adaptan a la nueva situación, adaptando medidas de carácter extraordinario para proteger a todos los empleados y evitar la propagación del coronavirus.
Tal y como establece el estado de alarma, los empleados tanto públicos como privados, estarán obligados a facilitar las medidas que permitan la prestación laboral o funcional por medios no presenciales, es decir, el teletrabajo siempre que sea posible.
Todos aquellos puestos de trabajo de oficina, que no tengan vinculación directa con los puestos de fabricación o se disponga de medios tecnológicos para realizar en remotos, se han derivado a realizar en remoto desde los domicilios de los empleados.
Esta medida está teniendo problemas de aplicación en aquellas empresas en los que las herramientas de trabajo no son en la nube, como los ERP más tradiciones, o los softwares especializados. Mientras se teletrabaja con normalidad en aquellas empresas en los que las herramientas de trabajo sean en la nube.
Tema bien distinto es puesto de fabricación, que se toman medidas como tomar la temperatura a diario a todas las personas que accedan y abandonan las instalaciones, impidiendo la entrada a cualquier dependencia a aquellas personas que presenten una temperatura superior a los 37,5 ºC
Se han creado turnos de trabajo para reducir a la mitad o a la tercera parte la presencia de personal al mismo tiempo en las empresas, maximizando la separación entre ellas.
Un punto de especial riesgo es el acceso de transportistas a la industria, que se impide a éstos bajarse de la cabina de los camiones, entregando la documentación necesaria por unas rendijas de las ventanillas usando guantes.
Las empresas se han tomado en serio los riesgos y los problemas derivados del virus, habiendo serios problemas de abastecimiento de mascarillas, guantes, desinfectante de gel de manos y pulverizados, así como jabón de manos.
Así mismo, se ha intensificado las tareas de limpieza del vestuario laboral, puestos de trabajo, aseos, comedores, salas de reuniones y vestuarios, máquinas de café y vending, haciendo turnos y separando al máximo la presencia de personas a la vez.
Se están empezando a hacer estudios del efecto sobre la economía de las empresas industriales y los primeros estudios presentan un impacto muy grave sobre las empresas, siendo aún más grave en otros sectores no industriales como los servicios presenciales, el turismo y la hostelería, como ya ha comentado el presidente de la FADE y fundador de Asturfeito, Berlarmino Feito.
