La semana pasada la comisión mixta finalizó sus trabajos con 17 recomendaciones para afrontar la transición energética en Asturias

El consejero de Industria, Empleo y Promoción Economía, Enrique Fernández, ha calificado de "riguroso y realista" el análisis realizado al advertir de las debilidades y riesgos del proceso de descarbonización

Son 20 las actividades emergentes entre las que se encuentran los HUBS de innovación: digital, mobility y circularity, que en la actualidad, se establecen como palancas para la diversificación del modelo productivo.

En el marco del Impacto de la Transición Energética en Asturias, la Comisión Mixta celebró su séptima reunión en la que se presentó el documento definitivo, el cual analiza los impactos del proceso de descarbonización en la economía regional e identifica los riesgos, oportunidades y escenarios que acarrearán los compromisos climáticos asumidos por la Unión Europea y que se reflejan también en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Tanto es así, que el documento sintetiza los resultados de los trabajos realizados por más de 50 expertos de diferentes sectores, cumpliendo, de esta forma, el Gobierno de Asturias con el compromiso de presentar los resultados en los plazos anunciados, pese a la paralización temporal de la crisis sanitaria.

Se abordan, por tanto, los efectos de la transición energética hasta 2030 en las principales actividades económicas, identificando, además, las oportunidades en sectores emergentes, planteado, de esta forma, 17 recomendaciones. Pues las actividades energéticas e industriales, serán las más afectadas por el cierre de generación eléctrica encontrándose con dificultades para adaptarse a las exigencias energéticas y medioambientales.

En este marco, la Estrategia de Transición Justa, incluye en el documento "es imprescindible" que se tengan en cuenta singularidades del sector energético asturiano y de la estructura de consumo regional de los distintos sectores de actividad.

Oportunidades y recomendaciones

Ante este escenario, se identifican veinte sectores y actividades emergentes, entre las que se encuentran: las energías renovables y residuales, los sistemas de almacenamiento energético para redes eléctricas o actividades en la cadena de valor industrial del sector energético.

Por otro lado, de todas las recomendaciones recogidas, nueve de ellas se encuentran en un bloque específico relacionado con energía, y el resto transversales con una orientación más generalista.

En cuanto a las específicas, destacan las siguientes; la elaboración de una estrategia Energética a 2030 con el horizonte de la descarbonicación a 2050, el impulso al uso de los recursos energéticos existentes, la promoción de un modelo energético basado en la diversificación tecnológica y el mantenimiento de los recursos actuales y las instalaciones existentes como las centrales minihidráulicas y las de cogeneración.

Respecto a las recomendaciones transversales; se propone, por ejemplo, el fomento de la I+D+i, el impulso de las tecnologías locales y la promoción de las cadenas de producción de origen regional y de la economía circular.

Asimismo, el documento también recoge la oportunidad de impulsar entornos de colaboración innovadora como son el Asturias Digital Innovation Hub, el Asturias Mobility Innovation Hub y el Asturias Paradise Hub for Circularity como elementos necesarios para aprovechar la transición energética como tractora de actividad y transformación económica.

Por su parte, el consejero de Industria, Empleo y Promoción Economía, Enrique Fernández, ha calificado de "riguroso y realista" el análisis realizado al advertir de las debilidades y riesgos del proceso de descarbonización e identificar las oportunidades y fortalezas con las que cuenta el Principado para abordar la transición energética, un proceso "inevitable que requiere de la implicación del conjunto de la ciudadanía y de amplios niveles de consenso social, político y empresarial".

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