Medio Ambiente

Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030

Las ciudades consumen el 40% de la energía final y están relacionadas con hasta el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)

Ciudades energéticamente sostenibles
photo_camera Ciudades energéticamente sostenibles

Monitor Deloitte ha publicado su informe "Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030" en el que se pone de manifiesto que, en España, las ciudades  concentran el 70% de la población, en ellas se consume el 40% de la energía final (en los sectores edificación y transporte rodado), y están relacionadas con el 70% del total de emisiones GEI (229 MtCO2 eq frente a un total nacional de 324 MtCO2 eq en el año 2016).

Las ciudades se han comprometido a ambiciosos objetivos de mejora de su sostenibilidad energética

Los municipios firmantes del Pacto de los Alcaldes se comprometen a actuar para reducir las emisiones de CO2 al menos un 40% en 2030. Los firmantes también comparten la visión de que las ciudades deben estar libres de emisiones en 2050. A nivel nacional, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (presentados en febrero de 2019) aspiran a reducir las emisiones GEI en España por debajo de 230 MtCO2 eq en 2030 (reducción de emisiones de GEI en al menos un 20% con respecto a 1990, lo que equivale a un ~30% respecto a 2016). Las ciudades cuentan con mayor facilidad para conseguir esta disminución de emisiones, debido a que sus principales sectores emisores disponen ya de tecnologías suficientemente maduras para su despliegue masivo (por ejemplo, el cambio modal o vehículos menos contaminantes en el transporte; los sistemas de control o las bombas de calor en la edificación), y por ello tiene sentido este mayor nivel de ambición (reducción del 30% de las emisiones nacionales en el periodo 2016-2030 vs. reducción del 40% en las ciudades). De esta manera, se compensan las dificultades a las que se enfrentan otros sectores, por ejemplo, la industria, el transporte pesado de mercancías o los sectores no energéticos. Por todo ello, este estudio toma el objetivo del Pacto de los Alcaldes como referencia para la reducción de emisiones.

Las ciudades españolas ya están desarrollando medidas para mejorar la sostenibilidad energética

Las ciudades analizadas ya están trabajando en la mejora de la sostenibilidad energética, y se pueden observar mejores prácticas: En el apoyo municipal a la sostenibilidad, por ejemplo, Madrid publica periódicamente un inventario de consumo de energía y de emisiones, elaborado a partir de las directrices de la Agencia Europea de Medio Ambiente. En la ciudad de Barcelona, el parque de autobuses urbanos municipal está entre los más sostenibles de Europa, y está dedicando esfuerzos al desarrollo de líneas de autobús eléctrico.

Transporte: reducir el uso del vehículo particular y acelerar la adopción de vehículos menos contaminantes

En las ciudades, el transporte de pasajeros engloba el 70-80% del consumo de energía y de emisiones de este sector, lo que implica que sea el foco principal de las actuaciones a realizar en las mismas. El tipo de actuaciones a desarrollar en el sector transporte depende fundamentalmente del tamaño de la ciudad, del peso de las áreas metropolitanas (vs. el centro de la ciudad) y de la orografía.

  • Cambio modal a transporte público: Esta actuación permite reducir las emisiones GEI por pasajero-km (directas e indirectas) un 70%, en caso de autobús convencional y más de un 90%, en caso de tren o metro. El peso del transporte público en las grandes ciudades es un 30-35% frente al 10-15% en ciudades medias. El factor que mejor explica el uso del transporte público, dados unos niveles de capilaridad y frecuencia adecuados, es la dificultad para el uso del vehículo particular (congestiones, aparcamiento, restricciones de circulación, etc.). En España, las grandes ciudades presentan niveles de oferta y de calidad de servicio de transporte público comparables, e incluso superiores, a los de las grandes ciudades internacionales, aunque las restricciones al uso del vehículo particular son todavía limitadas. Estas ciudades deberían aumentar el uso de transporte público (entre 3 y 5 p.p. de incremento de cuota modal en 2030, para acercarse a las ciudades de referencia), apoyándose en mayores restricciones al uso del vehículo privado.

  • Cambio a vehículos (transporte público) menos contaminantes: El autobús de gas natural es una alternativa competitiva (casi con el mismo coste completo que un autobús diésel) y que permite mejorar la calidad del aire en las ciudades (emisiones de elementos contaminantes un 80-100% menores que un diésel antiguo). Asimismo, los autobuses convencionales nuevos, equipados con sistemas de limpieza de gases de escape, permiten a estos emitir elementos contaminantes casi al mismo nivel que un autobús de gas natural. Por su parte, los autobuses eléctricos aún presentan costes de adquisición superiores a los convencionales, aunque sus costes de operación son inferiores. Por ello, deberían adoptarse progresivamente desde las grandes ciudades, que cuentan con más recursos y capacidades.

Residencial: fomentar equipos térmicos más eficientes, sistemas de control del consumo y rehabilitaciones

La calefacción y el agua caliente sanitaria (ACS) suponen los consumos energéticos más relevantes de un hogar (60-70% del consumo de energía). En ciudades con climas fríos un hogar puede consumir un 50-80% más de energía que un hogar en un clima templado, lo que implica que el clima es el factor más relevante para analizar consumos y actuaciones de sostenibilidad urbana en este sector. En función del potencial de abatimiento de emisiones GEI, el retorno de las actuaciones, la inversión y otras consideraciones como el equipamiento original del hogar, las actuaciones prioritarias serían: implantación de sistemas de control del consumo de calefacción, cambio a equipo térmico más eficiente, rehabilitaciones, renovación de electrodomésticos y, en menor medida, instalación de autoconsumo.

Consumos municipales: asegurar una iluminación eficiente, electrificar la flota municipal y mejorar la sostenibilidad de los edificios municipales

El consumo de energía de los servicios municipales de una ciudad supone un peso muy reducido sobre el consumo total (en Madrid, el consumo en iluminación pública es el ~1% del consumo total de electricidad de la ciudad). A pesar de ello, el sector público debe impulsar el desarrollo de medidas de sostenibilidad energética como ejemplo para el resto de agentes.

La mejora de la iluminación pública (mediante la sustitución a lámparas LED y la penetración de sistemas inteligentes de gestión de consumo) y las flotas de vehículos públicos cero emisiones han de ser el foco de actuación (excluyendo las actuaciones en edificios municipales, para el cual las actuaciones propuestas son análogas a las recogidas en el análisis del sector servicios).

Por otro lado, el autoconsumo en edificios municipales, al igual que en el sector servicios, presenta un potencial ahorro en instalaciones con cubiertas adecuadas para la instalación de estos equipos (aparcamientos municipales, polideportivos, recintos de oficinas adecuados, etc.). Sin embargo, algunos municipios están promoviendo instalaciones de generación renovables en las cercanías de las ciudades, donde es más eficiente aprovechar el recurso que en los propios edificios, esto consigue abatir las mismas emisiones con un 5-20% menos de coste.

Las Administraciones, las empresas y los ciudadanos deben tomar medidas decididas para mejorar la sostenibilidad energética de las ciudades y cumplir con los objetivos establecidos.

Conseguir desarrollar todas estas actuaciones requiere realizar una inversión adicional de entre 1.500 y 4.000€ por habitante de aquí al año 2030. No obstante, aparte de mejorar la calidad de vida y la salud de los habitantes de las ciudades, esta inversión conllevará un ahorro de hasta 2.000€ por habitante y evitará unas inversiones mayores en el futuro de cara a alcanzar los objetivos de cero emisiones en las ciudades en 2050.

 

Fuente: Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030