Industria

La fábrica siderúrgica que sustituye a Vestas en Villadangos obtiene los parabienes ambientales

Las instalaciones en el mayor polígono industrial de la provincia contarán con casi 50.000 metros cuadrados dedicados sólo a galvanizado, decapado y laminado.

Fábrica siderúrgica
photo_camera Fábrica siderúrgica

'Sí'. Con no pocos condicionantes, pero 'sí'. Concluye así el largo y complejo proceso para dar de paso desde el punto de vista ambiental a la gran fábrica siderúrgica de la empresa Network Steel Resources (NSR) que ya avanza en el polígono industrial de Villadangos del Páramo y que está llamado a sustituir a la cerrada planta eólica de la multinacional Vestas en este mismo emplazamiento.

El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó esta semana la concesión definitiva de la autorización ambiental al complejo de decapado ácido, laminado en frío y galvanizado de acero que había promovido administrativamente una filial de NSR, bajo el nombre de Santander Coated Solutions SL.

La autorización ambiental integra las prescripciones para prevenir, reducir y vigilar la contaminación atmosférica y acústica, de acuerdo con la normativa aplicable, las condiciones relativas a la producción de residuos y las prescripciones de aplicación en materia de suelos contaminados, las prescripciones relativas a la protección de los suelos y las aguas subterráneas y los condicionantes de la declaración de impacto ambiental.

Más de 50.000 metros

Las instalaciones, según reza en esta documentación, dedicarán casi todo su espacio a las tres naves principales de fabricación, en total entre las tres casi 50.000 metros cuadrados dedicados en su mayor parte a las labores de galvanizado (24.246 metros), decapado (casi 16.000 metros) y laminado (más de 8.000 metros).

Además de esas tres grandes construcciones, hay que sumar una planta de desmineralización del agua para el proceso y las calderas, calderas de gas natural para la producción del calor y vapor de agua para el proceso, planta de refrigeración evaporativa, planta de suministro de aire comprimido, suministro de Hidrógeno, suministro de Nitrógeno, depósito de Gasóleo, planta de Tratamiento de Aguas Residuales, estación de Regulación y Medida de Gas Natural, instalación de Protección contra incendios, instalación eléctrica con centros de transformación y equipos asociados y almacén de Residuos.

Son precisamente estos, los residuos, así como las posibilidades de contaminación, los que con más detalle se refiere la evaluación ambiental. La actividad fabril está considerada oficialmente como "potencialmente contaminante del suelo", según el Real Decreto 9/2005, y se evalúan sus caudales de vertido a la red de saneamiento y su influencia sobre la actual depuradora de Villadangos del Páramo.

En un punto del informe, se indica que "el promotor deberá poner en antecedentes al Ayuntamiento de Villadangos del Páramo del contenido del informe de la Confederación Hidrográfica del Duero de 23 de agosto de 2019, toda vez que en él se recogen numerosas cuestiones en materia de vertidos que el citado Ayuntamiento debe abordar con urgencia, al objeto de que la actividad no resulte comprometida por esta causa". Y es que el vertido de las aguas residuales depuradas "deberá realizarse de forma directa a dominio público hidráulico, a partir del 1 de enero de 2022".

En cuanto al consumo de recursos y de materias primas y auxiliares, las principales cantidades serán de bobinas de acero (la friolera de 520.000 toneladas), así como lingotes de zinc (otras 11.000 toneladas/año). Materiales que serán los que han de entrar en la fábrica de NSR por tren, a través del nuevo acceso ferroviario que está en trámite y que tendrá un coste de 21,4 millones de euros en total, unos 18 sólo de ejecución material.

Un tren que complica las cosas

No será el alto precio, que han de asumir entre la Junta y el Ministerio a partes iguales, el único problema. También los plazos y trámites: se calcula que los trenes con el material para NSR no podrá llevar el material hasta dentro de aproximadamente dos años. Y es que su complejidad hace que desde la vía férrea convencional actual, el nuevo ramal de unos 750 metros de longitud tenga que salvar con pasos elevados tanto la carretera N-120 y el Camino de Santiago (Patrimonio de la Humanidad) como la autovía AP-71 León-Astorga. El complejo proyecto ferroviario ha sido redactado por Omicron-Amepro.

A pesar de toda esta complejidad, el impacto ambiental no ha recibido una sola alegación en contra en todo el período de exposición desde el 8 de mayo de 2019. Se suman expresamente el visto bueno urbanístico del Ayuntamiento, de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) o de la Agencia de Protección Civil que señala que la instalación no está afectada por riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.

El ambicioso proyecto industrial de NSR, según anunció en su día la Junta de Castilla y León, supondrá una inversión de 100 millones de euros y la creación total de 350 puestos de trabajo, de los que 200 se anunciaban para este otoño y todo apunta a que no se podrá cumplir, vistos los plazos actuales.

 

Vía ileón