Un ecosistema empresarial es un acuerdo de negocio con un propósito entre dos o más entidades cuyo objetivo es crear y compartir valor colectivo para un conjunto de clientes. Asturias ya tiene los mimbres, pero su meta es lograr convertirse en un hervidero de innovación y emprendimiento. ¿Podrá conseguirlo?
En estos ecosistemas empresariales conviven entidades con diferentes tamaños y fines como pueden ser universidades, centros tecnológicos y gran empresa. Otro tipo de empresa que destaca son aquellas que podemos catalogar como Empresa de Base Tecnológica (EBT), entendidas como aquellas que tienen por objeto la explotación de resultados de investigación que supongan un avance tecnológico en la obtención de nuevos productos, procesos o servicios, o la mejora sustancial de los ya existentes; o aquellas que operan en sectores conocidos como de “alta tecnología”, lo que significa que tienen una inversión en I + D superior a la media.
Algunos ejemplos de empresas que tienen la innovación en su ADN en Asturias son Microviable Therapeutics, Seerstems, Ingeniacity, Obelisk y Neoalgae.
¿Qué componentes son los propicios para que se dé un ecosistema empresarial exitoso? Para estas empresas, sin lugar a dudas, son los emprendedores con ganas, el talento, el apoyo institucional, el dinero con el que se cuenta y disponer de startups pero también de grandes empresas. Así lo contaron los directores generales y comerciales de las entidades mencionadas, delante de más de 100 profesionales relacionados con el ecosistema innovador, durante un coloquio impulsado por la AJE Asturias y que tuvo lugar en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial el pasado día 17 de octubre.
El fomento de la creación de startups
Obelisk es una consultora especializada en ofrecer servicios de tecnología de la información para empresas priorizando siempre la ciberseguridad. Para Noelia Díaz, CCO de la compañía, “hay un boom de creación de startups”; para ella funcionan muy bien, y el mejor modo de fomentar su nacimiento y el crecimiento de las que ya hay es “a través de ayudas, formación, y facilitando el conocimiento entre empresas, pues es muy importante la colaboración que se crea por los efectos del networking”.
Otra de las vías, dijo Tamara Fernández, fundadora y socia de Ingeniacity, “es a través de los programas innovación abierta que ya se están haciendo tanto de la mano de las instituciones como por empresas, porque lo más difícil a la hora de crear una startup es encontrar qué problema hay que resolver”. Esta empresa, que cuenta con el sello EIBT, es una compañía de ingeniería, tecnología avanzada y diseño que combina el pensamiento creativo, la innovación y la tecnología para ofrecer ventajas cuantificables a las personas, procesos y sistemas de la industria.
Igual de importante que la creación de este tipo de empresas es que las que ya están dinamicen el ecosistema empresarial y generen innovación. Son agentes de vital importancia porque, aseguró Javier Labrada, CEO de Seerstems, “llevan en el propio ADN esa innovación. Se necesita más presencia de grandes empresas en los eventos para que conozcan lo que hacen, y que vengan de fuera de la región para que se sepa lo que los emprendedores asturianos estamos logrando”. Esta empresa asturiana, que también cuenta con el sello EIBT, se especializa en el desarrollo de vehículos y sistemas no tripulados para labores de inspección visual y NDT en instalaciones industriales
Otro ejemplo de empresa altamente innovadora, y poseedora del sello EIBT es Microviable Therapeutics, especializados en el desarrollo de productos completos para el ecosistema de la microbiota y terapias para el microbioma con el fin de mejorar la salud humana. Su CEO, Claudio Hidalgo, considera que “si una empresa supera los dos primeros años iniciales quiere decir que, efectivamente, está haciendo algo disruptivo, y hacer algo novedoso ya está dinamizando el ecosistema empresarial”.
Por otro lado, Fidel Delgado, CEO de Neoalgae, considera que para conseguir esa dinamización es “muy necesario llevar programas de emprendimiento a los colegios, institutos, universidades… Porque así pueden entender desde pequeños y es más fácil que se dé un cambio de mentalidad gracias al cual saldrían nuevas ideas”. Neoalgae es una empresa de desarrollo y fabricación de ingredientes para la industria cosmética, nutracéutica y farmacéutica a base de microalgas y aceites de microalgas. También cuenta con el sello EIBT.
Promover la colaboración entre pequeñas y grandes
La colaboración entre startups y grandes empresas es otro punto importante si se quiere transformar Asturias en un polo de la innovación. Algunos de los mecanismos que se podrían implementar para facilitar la conexión son esos programas de innovación abierta que mencionaron ya que, en palabras de Labrada “ayudan a la hora de pensar en desarrollar un producto y servicio que se adapte al mercado, que éste lo reclame”. Los espacios de cowork, dijo la CCO de Obelisk, “funcionan”; en su caso, “han sido una gran oportunidad para conectar con las empresas y poder aprender de los éxitos y fracasos”.
Sin embargo, existen puntos que se deben mejorar, como por ejemplo la confianza de las grandes en las pequeñas: “Nosotros colaboramos con varias, pero falta que muchas de ellas confíen más en nosotras y nos apoyen. Hemos vivido algún caso en el que las empresas nos han dicho que si nuestro servicio va a costar lo mismo mejorar contratan en Alemania…”, contó Tamara Fernández. Por su parte, el CEO de Neoalgae considera que “los medios generalistas tienen que comunicar más sobre las pequeñas empresas para que éstas tengan un mayor protagonismo”.
Hidalgo remarca el cambio que se ha venido dando en los últimos veinte años: “Ahora las empresas son más abiertas porque saben que colaborando se puede llegar a mercados donde antes no. Igualmente sigue siendo difícil acceder a las grandes, y aunque hayan avanzado hasta el punto de tener a un especialista en innovación y tecnología aún es muy complicado”.
El papel de la Administración Pública
En lo que concierne al apoyo de la Administración Pública a las startups, todos ellos se mostraron de acuerdo en que sí, ayuda. Aun así, hay ciertos aspectos a mejorar, como por ejemplo en que “se recibe mucho apoyo en las primeras fases pero luego ya no, y pienso que se debería diversificar eso porque, dependiendo de qué tipo de empresa sea puede necesitarlo incluso más después; de lo contrario, un alto porcentaje morirá en los siguientes cinco años”, aseguró Hidalgo.
Otra parte negativa es la tardanza a la hora de cobrar la ayuda: “mucha de la ayuda pública tiene pagos con mucho retraso y las empresas necesitan el dinero al momento. Se necesita una mayor celeridad, responder de una manera más ágil”, destacó Delgado.
El CEO de Seerstems detectó otro problema y es que “hay ciertas ayudas en las que suma puntos que se contraten los servicios de un centro tecnológico para hacer actividades y eso puede dejar fuera a muchas empresas”.
Como conclusión se puede decir que el desarrollo de un ecosistema empresarial sólido en Asturias requiere un enfoque en las Empresas de Base Tecnológica como impulsoras de la innovación. Para lograrlo, es esencial fomentar la colaboración entre startups y grandes empresas, facilitar la transferencia de conocimiento y contar con un apoyo ágil y efectivo por parte de la Administración Pública. La confianza en las startups y la creación de un entorno favorable son claves para que Asturias se posicione como un centro de innovación y emprendimiento.