Charlamos con Beatriz Álvarez, responsable Negocio Internacional en Caja Rural de Asturias, para entender más en profundidad la función de su departamento o la importancia de la internacionalización para las empresas de la región, entre otros asuntos.
¿Cuál es la función del departamento de Negocio Internacional en Caja Rural de Asturias?
Para entender mejor nuestro rol, son necesarias unas pinceladas previas sobre nuestro modelo de negocio. Desde la Caja tenemos la vocación de ser un instrumento financiero que dé apoyo al crecimiento de las empresas asturianas, generando riqueza, valor y empleo. Por este motivo, siempre hemos creído que nuestro modelo de negocio debe tener en el centro al cliente, sus necesidades y preferencias, con transparencia. Para nosotros, su confianza es necesaria para que la relación de trabajo y nuestra propuesta sean óptimas.
Si buscamos la confianza de nuestros clientes y las relaciones a largo plazo, es coherente que apostemos claramente por la cercanía. No es un eslogan. Somos una banca omnicanal, queremos que el cliente llegue a nosotros por el medio que prefiera. Por eso, disponemos de una amplia red de oficinas en Asturias, la mayor con diferencia de las entidades financieras. Vamos a estar cerca de cualquier empresa, aportando servicio en el día a día. Este servicio próximo, lo combinamos con un equipo de profesionales especializados en negocio internacional que ponemos a disposición de las empresas.
En cuanto a las funciones propias de nuestro departamento tengo que decir que la principal es dar soporte a nuestra red comercial y a nuestros clientes, tanto en servicio y como en asesoramiento en su negocio internacional.
Atendemos a grandes multinacionales. En estos casos, lo más habitual es tratar con su departamento de compras/ventas internacionales, les damos servicio y les asesoramos en cuestiones más puntuales y complejas.
Y atendemos también a muchas pymes y micropymes. Sinceramente, estoy muy orgullosa del valor que creo que les aportamos. Tratamos de asesorarlas, reduciendo sus incertidumbres y resolviendo sus dudas, además de facilitarles financiación y un servicio ágil y eficiente. Llevándolo a un extremo, queremos que las pymes nos sientan parte de su empresa. Somos más que un proveedor en su propuesta internacional: queremos que nuestros clientes nos sientan como parte del departamento de negocio internacional de su empresa.
¿Cómo ha ido evolucionando?
Nos hemos beneficiado de nuestro trabajo. Favoreciendo el crecimiento de nuestros clientes, el negocio de nuestro departamento también ha crecido a dos dígitos en los últimos años. La apuesta de la Caja también es clara y sostenida: hemos incrementado nuestros recursos para poder atender la demanda de un número creciente de clientes internacionalizados, manteniendo una elevada calidad en nuestro servicio. Nos adaptamos a las nuevas necesidades de nuestros clientes, tanto en cuanto a medios como en cuanto a productos o servicios. Siempre tratando de aportarles valor.
Por ejemplo, recientemente hemos puesto a su disposición, de manera gratuita, una plataforma específica de comercio exterior en nuestra web cajaruraldeasturias.com. En ella se incluye desde un diagnóstico exportador, fichas país, ferias, información sobre incoterms, barreras comerciales o situación del mercado de divisas, hasta herramientas para identificar códigos arancelarios y gestionar documentación aduanera.
¿Qué importancia tiene la internacionalización para las empresas asturianas en el contexto económico actual?
La internacionalización está directamente relacionada con el objetivo de crecimiento de las empresas asturianas en tamaño, facturación y resultado; pero no sólo eso, también les permite diversificar mercados, ganar competitividad, fomentar la innovación y escalar su negocio. Son más resilientes.
Específicamente, en el contexto económico actual marcado por la incertidumbre en el comercio internacional, las empresas internacionalizadas resultan fortalecidas por una mayor diversificación de sus riesgos comerciales, pero, especialmente las más dinámicas, van a descubrir huecos y oportunidades que siempre se generan en el mercado internacional en momentos como el actual.
No quiero desaprovechar la oportunidad para poner en valor la contribución de las empresas exportadoras a la economía regional. Si las empresas incrementan su negocio, también lo hace, por ejemplo, el de sus proveedores locales. Por tanto, directa e indirectamente, generarán más empleo y riqueza para Asturias, con más solidez y estabilidad.

Desde su posición, ¿cómo valora la competitividad internacional del tejido empresarial asturiano?
Desde mi posición le puedo decir que tenemos empresas y sectores muy competitivos a nivel internacional. Y es una competitividad, en general, no basada en el low-cost, sino en el producto/servicio diferenciado, y la aportación de valor al cliente final.
Detrás de las empresas, están las personas. En Asturias hay que destacar que disponemos de muchos empresarios y equipos directivos muy concienciados con la necesaria adaptación de sus empresas en innovación, digitalización, sostenibilidad… Que mantenga su competitividad internacional.
Pero, como entidad comprometida con el territorio, creemos que aún hay mucho recorrido. Conocemos el potencial de muchas empresas asturianas, que tienen productos o servicios diferenciados, fáciles de exportar y con cabida en el mercado internacional, y creemos fundamental propiciar y facilitar su acceso a este mercado.
Queremos por eso sumarnos, aportando nuestro grano de arena, al impulso sostenido de Asturex en la promoción exterior, y a numerosas iniciativas del ICEX, FADE, las Cámaras y otras muchas asociaciones empresariales que alientan la competitividad internacional de nuestras empresas.
¿Cuáles son los principales servicios o instrumentos financieros que ofrece Caja Rural de Asturias para apoyar a las empresas en su expansión internacional?
Quiero destacar, sobre todo, nuestra accesibilidad. Nuestros clientes de Negocio Internacional disponen del apoyo operativo de las oficinas y de su gestor de empresas, pero tienen también un contacto directo con nuestra Área, que es uno de los aspectos que más valoran.
Somos expertos en Negocio Internacional y disponemos de una amplia propuesta para cubrir todas las necesidades. Disponemos de productos como financiaciones import, anticipos export, créditos documentarios, avales internacionales, coberturas de tipo de cambio… y también de servicios como transferencias internacionales, cash-letter, remesas…
Además, tenemos suscritos convenios de colaboración con entidades como Asturex o Asturgar, con el objetivo de favorecer la internacionalización de las empresas asturianas, tanto si se están iniciando en este proceso como si se encuentran en una etapa de consolidación.
Caja Rural de Asturias ha patrocinado la primera edición de los Premios Exporta, que reconocen la excelencia en internacionalización. ¿Qué os motivó a apoyar esta iniciativa y qué importancia tiene para vosotros poner en valor estos casos de éxito empresarial asturiano?
En Caja Rural de Asturias, creemos que la internacionalización es una vía clave para el crecimiento de las empresas. Combinar la formación de Asturex con nuestro apoyo financiero y asesoramiento, marida muy bien y pretendemos que sea una propuesta de éxito hacia la internacionalización, en beneficio de nuestras pymes.
Estos premios son una apuesta a largo plazo para poner en valor a las empresas que ya lo han hecho con éxito, porque seguro que sirven de inspiración a muchas más. Necesitamos y tenemos referentes que sirven de ejemplo al resto. Y, como ya se ha comentado, los beneficios del negocio internacional para las empresas y para la comunidad son múltiples.

Desde su experiencia como miembro del jurado, ¿qué aspectos comunes destacaría de los planes de internacionalización presentados por las empresas ganadoras, Junquera y Diz y La Newyorkina?
Se trata de dos empresas que se encuentran en distintas fases de su proceso de internacionalización. Una está iniciándose en este camino y la otra ya está en proceso de consolidación.
Si tuviera que destacar algunos aspectos comunes en ambos planes de internacionalización, serían: el conseguir desarrollar un producto y una marca internacionalizable y el tener la capacidad de adaptar su estrategia a distintos mercados, para facilitar la entrada en cada uno de ellos.
Y, más allá de los planes, sin duda, el entusiasmo, empeño y constancia de sus directivos. Por eso su reconocimiento es tan merecido.
Para terminar, ¿Qué consejos daría a una empresa que esté considerando dar el salto al mercado internacional en este momento?
Sabemos que estamos en momentos de incertidumbre y, por la misma razón, de oportunidades, que permiten crecer e incrementar nuestra competitividad.
Las exportaciones, aun siendo un reto, deberían verse más como una oportunidad clara de crecimiento y diversificación. Por eso, animamos a las pymes asturianas que no lo hayan hecho, a iniciarse en la internacionalización.
Desde la Caja queremos jugar un papel activo. Como ya lo han comprobado otras muchas empresas asturianas, estamos a su disposición para acompañarlas.