CIBERSEGURIDAD

Obelisk impulsa su crecimiento con tecnología segura y propósito social

Esta empresa asturiana combina innovación, ciberseguridad y compromiso humano en proyectos que van desde la autenticación digital hasta asistentes contra la soledad.
photo_camera De izquierda a derecha: Javier Rodríguez, CEO de Obelisk; Noelia Díaz, CCO; y José María García, CTO / Marta Martín

Si hay un índice que demuestra la calidad y el buen hacer de una empresa, ese es el crecimiento. En Asturias, como dicen las entidades, hay que trabajar en hacer crecer las empresas, un mensaje que Obelisk grabó a fuego y se empeñó desde el inicio en conseguir. A día de hoy, seis años después de iniciar su andadura, el balance es muy positivo: “Hemos seguido creciendo, tenemos más clientes y los que ya estaban, repiten”, asegura Noelia Díaz, la CCO de Obelisk ¿El objetivo? “Seguir creciendo”.

En un contexto en el que muchas empresas luchan por mantenerse en un entorno competitivo, especialmente en una región como Asturias donde el tejido industrial y tecnológico sigue consolidándose, lograr un crecimiento sostenido no es tarea sencilla. Obelisk no solo ha conseguido abrirse paso, sino también posicionarse como una compañía que aporta valor añadido a través de la innovación, el conocimiento y el trato cercano con sus clientes.

Noelia Díaz, CCO de Obelisk / Marta Martín

Esta empresa especializada en el desarrollo de aplicaciones web, software y ciberseguridad, entre otros servicios, centra sus esfuerzos en situarse a la vanguardia de la innovación, por eso incorpora herramientas tecnológicas “más seguras para los clientes, pues la tendencia de los ciberataques nos obliga a ello”, destaca el CEO de Obelisk, Javier Rodríguez

Así pues, han realizado un cambio en la tecnología de backend a otra más moderna y se han propuesto reforzar también la seguridad en la actualización a la última versión y el mantenimiento de las aplicaciones de los clientes. Este cambio en el backend, que afecta a la estructura base del software, ha supuesto no solo una mejora en términos de eficiencia y rendimiento, sino también un salto cualitativo en cuanto a la capacidad de respuesta frente a amenazas emergentes.

Ese crecimiento que les caracteriza, así como la calidad en la tecnología utilizada y en los procesos a la hora de llevar a cabo sus servicios, son algunos de los ingredientes atractivos para los potenciales aliados. Obelisk mantiene los proyectos que ha venido desarrollando junto a otras entidades y añade algunos que han surgido gracias a nuevas colaboraciones.

Emails con sello de autenticidad

El problema de la suplantación de identidad en el correo electrónico ha crecido exponencialmente en los últimos años, con un volumen de ataques que afecta tanto a grandes corporaciones como a pymes. En este sentido, uno de los proyectos en los que están inmersos desde Obelisk es Email Original, una iniciativa de origen gallego impulsada para combatir el fraude por suplantación de identidad en el correo electrónico, especialmente los ataques de phishing, que son muy comunes en empresas y organismos públicos. 

“Es una herramienta que permite al emisor del email demostrar que es él y, al receptor, cerciorarse de que el remitente es realmente la persona que se lo envía”, señala Noelia. Y esto se consigue a través de un sello que aparece colocado en la parte superior del email.

El modus operandi para el emisor es el siguiente: configura su dominio de correo con protocolos de autenticación; una vez configurados y verificados, la empresa solicita el sello; si todo es correcto, se le otorga dicho sello visible en los correos enviados que certifica que ese email es auténtico y verificado; así, aquellos enviados por esa empresa tendrán un icono o distintivo en servicios de correo compatibles. Esto otorga la confianza al usuario final de que el email realmente lo ha enviado esa empresa.

La persona que lo recibe no tiene que hacer nada activamente, pero se beneficia de ver el sello de autenticidad en los correos recibidos, de saber que ese email ha pasado por controles de seguridad y no es una suplantación, y de poder diferenciar entre comunicaciones legítimas y posibles intentos de phishing o fraude. De forma gratuita puede verificarlo -además de forma visual por el sello- con una comprobación “en la página web de Email Original o con un complemento que se añade al correo”, detalla Díaz.

Tal y como explica la CCO de Obelisk, cada vez más entidades bancarias que son suplantadas “están dejando en manos de los usuarios la responsabilidad de saber si el correo es o no falso y eso no debería ser así. Quien tiene que poner los medios para que el usuario no sea estafado es la propia entidad”. En este sentido, la herramienta es idónea para que esas entidades puedan proteger a sus clientes: “Si un banco utiliza Email Original y suplantan a uno de sus clientes, ante un juicio puede demostrar que ellos están protegidos y que la responsabilidad de no asegurarse de que el email no era suyo recae en este caso sobre el usuario”, plantea Rodríguez.

Contra la soledad no deseada… ¡Chipy!

Otro de los trabajos que viene realizando Obelisk desde hace un par de meses es Chipy. Se trata de un asistente virtual dirigido sobre todo a la gente mayor que se sienta sola, para ayudarle en su día a día y que tenga alguien con quien hablar y a quien preguntarle las dudas que puedan surgirle. Su diseño persigue ofrecer compañía y asistencia básica a aquellas personas que, por motivos de edad, movilidad o situación personal, no siempre tienen a alguien cerca. 

El enfoque es hacer de Chipy “un amigo que ayude en algún momento”. Así lo describe Alejandro Santos, quien tuvo la idea de desarrollar este dispositivo y, gracias a las prácticas que está desempeñando en Obelisk, está pudiendo darle forma y convirtiéndolo en un ambicioso proyecto. Santos lo ve como una herramienta con la que luchar contra la soledad no deseada pero, además, “puede utilizarse para enviar correos, agendar citas, hacer recordatorios, dar consejos…”. Otra de las bondades de este asistente tiene que ver con la salud: “Chipy podría alertar en caso de riesgo, peligro o problema y dar aviso de lo sucedido”.

Por un lado, tiene una serie de respuestas predefinidas que son las más frecuentes, “pero también está la Inteligencia Artificial por detrás para poder profundizar en otros temas y para gestionar”, señala. Por ahora es un prototipo “en pañales”, pues al tener una base médica requieren de diversas comprobaciones, pero están detectando mucho interés por parte de la gente. “En el Foro Asturias Digital, organizado por el COIIAS, nos dimos cuenta de que llamó bastante la atención”, cuenta Noelia. Así pues… ¡Larga vida a Chipy!

Uno de los trabajos que viene realizando Obelisk desde hace un par de meses es Chipy, un asistente virtual dirigido, sobre todo, a personas mayores que se sientan solas. El propósito es luchar contra la soledad no deseada / Marta Martín

Desde Obelisk también quisieron destacar una prueba piloto que han desarrollado junto a AIPSYSTEMS, una empresa que se dedica a colocar PLC industriales. El reto que se les propuso fue “poder conectarse a los PLC de forma remota para el control del riego”, apunta Javier, y lograron establecer la comunicación “de forma exitosa”.

Esta prueba piloto es solo la punta del iceberg. La posibilidad de controlar sistemas industriales a distancia, de forma segura y eficiente, abre la puerta a nuevas aplicaciones en agricultura de precisión, gestión de recursos hídricos o incluso mantenimiento de infraestructuras. Por tanto, todavía falta por afinar, pero ven factible que termine siendo una realidad en un futuro próximo.

Prevenir antes de curar

Como empresa dedicada a la ciberseguridad, en Obelisk siguen padeciendo el problema generalizado de falta de talento especializado, pero lo ven desde otro prisma: “Sí, faltan profesionales, pero también clientes. Hemos hecho varias campañas de mailing avisando de la vulnerabilidad que existe en las empresas privadas y públicas, pero la gente todavía no está concienciada”, indica el CEO.

La falta de cultura preventiva en materia de ciberseguridad es una de las principales barreras que encuentran. Por eso, Díaz asegura que cuando ya acuden a ellos “es tarde, porque ya les han hecho el ciberataque y nosotros centramos nuestra actividad en la prevención más que otra cosa”. Desde su punto de vista “es necesario mostrar herramientas de enseñanza o estudio para saber hacer frente y protegerse antes de que llegue a suceder”.

Con todo, se puede decir que Obelisk es un buen ejemplo de cómo una empresa joven es más que capaz de crecer sin perder el rumbo, integrando en el camino tecnología avanzada combinada con propósito social. Su misión es caminar de la mano de las personas, bien para combatir fraudes digitales a los que hayan podido verse sometidas, como para asesorarles de forma preventiva antes de que se produzcan. 

El equipo de Obelisk en su oficina situada en el Edificio Impulsa / Marta Martín

Por tanto, al fin y al cabo, sus retos y las oportunidades venideras guardan relación con mejorar la vida de la gente y fortalecer su confianza en la tecnología. Iniciativas como las que lidera Obelisk evidencian que la tecnología no solo debe resolver problemas, sino también generar confianza y construir futuro. Porque crecer para ellos va más allá de una buena facturación: es dejar una huella positiva en la sociedad.