Estamos en una mañana despejada y fría de finales de enero en Avilés, en el despacho de María Montoto García, en la Calle de la Cámara, 52
Hola María, ¿qué tal? Cuéntanos ¿qué papel desempeñas en el Bufete Montoto & Asociados?
Hola, antes de responder a la pregunta,agradecer la oportunidad que me dais de colaborar con esta publicación, que nace con un objetivo y dirigida a un público, que también es el mío. Soy Socia- Directora del Bufete y responsable del Área Laboral.
¿Es fácil llevar el apellido Montoto, siendo el Sr. Jorge Montoto una persona tan conocida en la industria asturiana?.
Las comparaciones nunca son buenas, tanto si somos nosotros quienes lo hacemos, como si lo recibimos del exterior. Pero muchas veces es inevitable y no siempre fácil, pues mi padreha puesto el listón muy alto. Es un gran profesional, con muchísima experiencia, excelente compañero, un trabajador incansable, y con un increíble talante conciliador. Por ello, lo que si te puedo decir es que llevo el apellido Montoto con muchísimo orgullo e intento cada día parecerme más a él. Este apellido es nuestra marca.
¿Cuál es el servicio que el Bufete presta a la industria?
Por un lado, ofrecemos un servicio de asesoramiento jurídico integral a las empresas, con despacho abierto en Oviedo y Avilés. Quizá podemos ser más conocidos en el ámbito laboral (somos los abogados de FEMETAL en eseárea), pero desde hace años, intentamos trasladar a nuestros clientes que, las distintas ramas del derecho, no son departamentos estancos y que lo que garantiza el éxito es estar asesorado con una visión de conjunto. Para ello, contamos con un cualificado equipo multidisciplinar. También formamos parte de EXMON Consultores, con sede en Gijón,dedicada a la implantación de sistemas de prevención de delitos (conocidos como Compliance Penal), cuyo objetivo final es generar una verdadera cultura de cumplimiento normativo en las empresas.
Como abogada especialista en laboral, ¿con qué dificultades te encuentras habitualmente en tu trabajo?
Es difícil dar una respuesta breve a esta pregunta. Por un lado, la normativa y la jurisprudencia, en esta materia, son muy cambiantes, esto conlleva una cierta inseguridad jurídica, que dificulta nuestro trabajo de asesoramiento. Por otro, todas las mejoras que se van introduciendo en los derechos de los trabajadores (jornada; conciliación de la vida familiar y laboral; retribución de vacaciones; permisos, etc.) no suelen ir acompañadas de avances paralelos en las facultades de organización de los empresarios. Sigue siendo muy complicado introducir planteamientos nuevos vía negociación colectiva. Modificar la estructura de los convenios, para adaptarlos a las nuevas circunstancias, en flexibilidad, en materia retributiva ligada a resultados o a cualquier otro concepto (reducción de absentismo, etc.), que de alguna manera revierta mínimamente en el empleador, es todo un reto. Lo único que parece importar, a la hora de sentarse a negociar, es cuánto se va a incrementar el salario fijo. Y ante la dificultad para avanzar, se opta por parchear, obviando que vivimos tiempos convulsos, de inestabilidad y cambios y el que no sea capaz de adaptarse estará en grave peligro de extinción.
Algún caso reciente complicado
Bueno, todos lo que conlleven interpretación de normas, que regulen derechos y obligaciones, son especialmente complejos. Quizá por ello y por la importancia del asunto para el cliente, me viene a la cabeza una reciente sentencia del TSJ de Asturias, en un conflicto colectivo, en el que finalmente se aclarabala naturaleza jurídica y la aplicabilidad, desde su notificación, de un Dictamen, elaborado por el Director General de Trabajo. Este Dictamen se había efectuado a petición de la empresa y la parte social, ante la imposibilidad de alcanzar las mismas un acuerdo de convenio, tras dos años de infructuosas negociaciones y que, tras dictarse, y comenzar a ser aplicado, los representantes de los trabajadores decidieron impugnarlo judicialmente, afectando esta reclamación de forma muy significativa, a las facultades organizativas de la empresa. Pero en laboral, casi todos los asuntos son más complejos y trascendentes de lo que a simple vista pueda parecer (un accidente por falta de medidas de seguridad, cualquier modificación sustancial de las condiciones de trabajo, incluso la reclamación individual de un derecho, puede parecer intrascendente y, sin embargo, generar un efecto multiplicador al beneficiar a la totalidad de una plantilla). Por ello,para obtener buenos resultados,es fundamentalun adecuado asesoramiento previo.
¿Es difícil conciliar la vida familiar con un puesto de responsabilidad?
Me gusta que esta pregunta no me la hagan en relación con el hecho de ser mujer. Este problema, actualmente, afecta a casi todos los hombres y mujeres que trabajan. En mi profesión (como en alguna otra), te llevas los problemas a casa, por lo que es difícil desconectar. A eso, hay que añadir que no hay horario, mañanas en los Juzgados, tardes con consultas y clientes y después tienes que estudiar y preparar los temas. Por eso, se pasa una época complicada. Yo tengo tres hijos y por el trabajo me he perdido muchas cosas; poder llevarlos al médico, la función de cole, una tutoría, …, ¡Cuántas veces he llegado a casa y ya estaban dormidos!. Incluso me he enterado que habían tenido un problema en el colegio por la madre de un compañero. Tienes la sensación, durante unos años, de hacerlo todo a medias y de estar siempre corriendo. Después, milagrosamente, ves que ellos viven en un mundo parecido y al que se han adaptado de forma natural (y antes que tu); colegio, actividades extraescolares, estudiar, redes sociales, amigos,… Así que fácil nunca es pero creo que la clave está en no lamentarse demasiado y dedicarles tiempo de calidad, procurando educarles en la responsabilidad para que también colaboren dentro de la familia, el sacrificio (que tan poco se lleva ahora), la tolerancia y la generosidad.
¿Has vivido alguna situación de discriminación o que no se te respetase como mujer?
Soy afortunada y no recuerdo ninguna, la verdad. En mi trabajo cada vez hay más mujeres y, en nuestro Bufete, lo somos el ochenta por ciento. Si miro hacia atrás, fue más obstáculo para mí la juventud y la falta de experiencia, que el hecho de ser mujer. ¡Alguna cosa tiene que mejorar con el paso de los años!.
Para finalizar, hay quienes hablan de ligera desaceleración y otros que son plenamente optimistas ¿cómo ves a la industria asturiana en los próximos años?
Creo que estamos en un momento en el que debemos pararnos a reflexionar para que, con responsabilidad, mucho sentido común y, por supuesto, con la colaboración de todos los agentes sociales, se tomen las mejores decisiones para el futuro de la industria asturiana, sin dejar de lado el resto de los sectores económicos, que también son fundamentales para el crecimiento de la región.
Es verdad que todos los días leemos que la descarbonización, el encarecimiento de los costes energéticos, la falta de infraestructuras, las altas tasas de desempleo, la baja natalidad, la inestabilidad política están ahí acechando y ayudan muy poco a cambiar un modelo económico arraigado con profundas raíces que ya no funciona. Pero debemos echarle, como a la vida en general, un poco de imaginación. Es importante aprender de los errores y mirar con detenimiento lo que está pasando hoy, no sólo en Asturias sino en el mundo, porque nos afecta y mucho. A pesar de todos los obstáculos, me levanto todos los días con la voluntad de ser optimista y de aportar mi granito de arena.
