El hidrógeno y la electrificación impulsan la industria de la energía eléctrica

La industria eléctrica está experimentando un cambio radical en todo el mundo. En este artículo de opinión, Hagen Ernst, director adjunto de investigación y gestión de portfolio de DJE Kapital AG, analiza la expansión de las energías renovables y de la electrificación, dos megatendencias que al ser fáciles de predecir, tienen interés para los invrsores.

La industria eléctrica está experimentando un cambio radical en todo el mundo, pero especialmente en Europa. Dos megatendencias están marcando esta década: por un lado, la expansión de las energías renovables para reemplazar las centrales eléctricas tradicionales, especialmente las centrales nucleares o de carbón. Por otro lado, el aumento de la electrificación. Ambas tendencias son fáciles de predecir y, por lo tanto, tienen interés para los inversores.

Avance de la tecnología de hidrógeno

Con el Pacto Verde Europeo es probable que se acelere aún más la expansión de las energías renovables, gracias a la eliminación del carbón en la mayoría de los países del continente. En total se destinarán 55.000 millones de euros solo a esto. Además de la expansión de la energía solar y eólica, por primera vez también se priorizará el uso comercial del hidrógeno. Dado el creciente progreso tecnológico en la electrólisis (separación de agua en hidrógeno y oxígeno mediante la corriente eléctrica), se prevé también un gran avance en la tecnología del hidrógeno. Sin embargo, su producción es bastante cara, especialmente mediante energías renovables, como "hidrógeno verde". Independientemente de su precio todavía elevado, está prevista la construcción de 40 gigavatios de capacidad de electrólisis en toda Europa hasta 2030.

Actualmente, todos los proveedores están examinando cómo pueden posicionarse dentro de esta cadena de valor, con especial atención a la producción de hidrógeno y la operación de centrales eléctricas de gas con hidrógeno. Si el avance en la tecnología del hidrógeno tiene éxito, las centrales eléctricas de gas terminarían siendo una simple "tecnología puente". Podrían generar energía independientemente de la meteorología, ya que si no hay viento ni sol, las turbinas de gas de hidrógeno podrían generar electricidad de manera confiable. Esto sería especialmente necesario si no se avanza en las tecnologías de almacenamiento de electricidad.

Relacionado: "Asturias podría convertirse en uno de los principales exportadores de hidrógeno hacia Europa"

Mercado de proveedores especializados

Siemens Energy es uno de los protagonistas de esta tendencia, gracias a su todavía gran negocio de turbinas de gas, y además ofrece plantas de electrólisis. Sin embargo, se prevé que esta tecnología tenga un gran potencial de crecimiento más bien hacia el final de la década, ya que actualmente y en un futuro cercano apenas se generan ventas. De hecho, esta área de negocio no es la más significativa para compañías grandes como Siemens Energy. Otros proveedores especializados, como el noruego Nel ASA, se están concentrando más en la expansión pura de la tecnología del hidrógeno, que sigue siendo una de las tecnologías clave más importantes para reducir significativamente las emisiones de CO2.

El hidrógeno podría jugar un papel importante especialmente en el sector del transporte para la propulsión de vehículos como autobuses o camiones. El fabricante de camiones Nikola tuvo una salida a bolsa brillante y superó rápidamente la capitalización de mercado de Ford. Sin embargo, algunos inversores ahora muestran dudas acerca de las posibilidades del prototipo de camión propulsado por hidrógeno. Como resultado, Nikola ha vuelto a caer drásticamente, con un valor de mercado de casi 10.000 millones de dólares estadounidenses. Este ejemplo ilustra bien el enorme potencial de la tecnología del hidrógeno, pero también lo difícil que es invertir de forma fiable en esta tecnología.

Aunque esta tecnología se encuentra en una etapa temprana, también debe quedar claro que el oligopolio mundial de los productores de gas jugará un papel importante en esta industria. Si solo el 5% del mercado de camiones estadounidense fuera impulsado por hidrógeno, se superaría el volumen de negocios actual de los cuatro grandes productores de gas (Linde, Air Liquide, Air Products y Nippon Sanso).

La creciente demanda por la energía eólica y solar en todo el mundo

La situación es mucho más concreta con el auge de la energía eólica y solar. Con la excepción de los países de Europa del Este, todos los demás se están centrando ahora en la expansión de los parques eólicos y solares. Francia tiene un potencial de crecimiento particularmente alto, ya que obtiene más del 70% de su electricidad de la energía nuclear. Mientras que la construcción de nuevas centrales nucleares ya no es económicamente viable, la generación de energía a partir de energía eólica o solar es ahora mucho más barata y también implica menos riesgos.

Por lo tanto, las centrales nucleares obsoletas deberían ser reemplazadas gradualmente por energías renovables. Con una edad media de 35 años, las centrales francesas son incluso más antiguas que las centrales nucleares alemanas, que se cierran a los 33 años. Por lo tanto, es probable que la sustitución de la energía nuclear sea un proyecto más allá de 2030, ya que de momento Francia no ha decidido eliminarla.

Relacionado: Iberdrola pone en marcha la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial en Europa

En este contexto, la adquisición de la división de proyectos de Nordex podría ser interesante. Por 400 millones de euros, RWE adquirirá una cartera de 2,7 GW y 70 empleados con Francia como su mercado principal. Tras la adquisición de la división de energías renovables de E.ON, RWE ya tiene 8,7 GW de capacidad, principalmente parques eólicos marinos en Europa (en alta mar), pero también parques eólicos terrestres en EE. UU. (en tierra). Esto convierte a RWE en el segundo mayor productor mundial de energía eólica marina. Para 2022, la compañía quiere expandir sus capacidades a más de 13 GW. La adquisición de la división Nordex debería facilitar el logro de estos objetivos.

Por su parte, el proveedor danés Orsted se centra exclusivamente en las energías renovables, principalmente eólica, pero cada vez más también solar, y planea expandir sus capacidades de los 6,8 GW actuales a poco menos de 10 GW para 2022. Ambas empresas están activas en todo el mundo. Orsted construye parques eólicos en alta mar, principalmente en países asiáticos como Taiwán, Corea del Sur y Japón, en cooperación con socios locales. RWE tiene una fuerte presencia en parques eólicos terrestres en los EE.UU. a través de la adquisición de E.ON Renewables. Aunque la expansión de las energías renovables no es la máxima prioridad de la administración Trump, actualmente hay diversas subastas incluso en el sector offshore. Además de General Electric, el mercado eólico está dominado por unos pocos proveedores europeos. Vestas es líder del mercado en el sector terrestre, Siemens Gamesa en el sector offshore.

La música vuelve a sonar en China

En Asia, China e India estas tecnologías despiertan un especial interés. Con más de 750 GW de capacidad instalada, China es actualmente el mercado más grande a pesar de que más del 50% de la electricidad todavía se genera a partir del carbón. Para 2050, se espera que el 80% de la energía de China provenga de la generación de energía no fósil. Actualmente, la mayor parte de la electricidad se genera a partir de energía hidroeléctrica (350 GW de capacidad). En el futuro, sin embargo, la energía solar será la principal fuente. Para 2030, la capacidad solar se ampliará de 250 GW a 800-1000 GW. La capacidad de energía eólica aumentará de 230 GW a 400-500 GW. Respecto al mercado chino en sí, está generalmente muy aislado. El líder en turbinas eólicas es el proveedor chino Goldwind, con una cuota de mercado del 35%, que también opera sus propios parques eólicos. Por otro lado, el mercado de paneles solares está muy fragmentado. Con respecto al mercado indio, se trata de un mercado también aislado y se prevé que las energías renovables aquí se expandan de 128 GW a más de 600 GW para 2030.

La electrificación aumenta la demanda

Además de la expansión de las energías renovables, el aumento de la electrificación es un asunto relevante. El factor clave es el cambio del motor de combustión al eléctrico en los automóviles. Por ejemplo, existen subvenciones para la compra de coches eléctricos en todo el mundo, que ahora están comenzando a surtir efecto. Además, ahora existe una amplia gama de productos que antes era bastante limitada, por ejemplo a BMW, Renault, Nissan y Tesla. El mercado del automóvil está en pleno proceso de replanteamiento y no solo Tesla, sino también los fabricantes de automóviles convencionales, se están centrando en los coches eléctricos. En consecuencia, en los últimos años el mercado de automóviles eléctricos en Europa se ha desarrollado mucho mejor de lo esperado.

Relacionado: La Industria del Hidrógeno sienta las bases para su futuro

Foco en proveedores y fabricantes de chips

En este contexto, los proveedores o fabricantes de chips toman protagonismo, ya que la proporción de electrónica es significativamente mayor en los coches eléctricos que en los de combustión. Por ejemplo, la proporción de semiconductores en los coches eléctricos se duplica hasta casi 800 dólares estadounidenses por vehículo, ya que los denominados módulos de potencia IGBT son necesarios para la propulsión eléctrica. Los fabricantes de tales módulos son Infineon y ST Micro. Valeo y Continental ofrecen soluciones completas para motores electrícos. Además, la infraestructura de carga debe ampliarse en gran medida, pasando de los 300.000 actuales en toda Europa a 1,3 millones en 2025. En Europa, Alfen es uno de los mayores proveedores en el campo de la infraestructura de recarga.

Demanda de electricidad en todas las esferas de la vida

Uno de los objetivos del Pacto Verde es también la renovación energética de los edificios. Los sistemas de calefacción pasarán de petróleo y gas a sistemas de bomba de calor de aire alimentados eléctricamente y respetuosos con el clima.

Los centros de datos también necesitan cada vez más electricidad. En general, la creciente electrificación en automóviles, calentadores y centros de datos debería conducir a un aumento de la demanda de electricidad, después de años de ligera disminución en el pasado, como resultado del aumento de la eficiencia energética y de las medidas de ahorro. Esto debería favorecer tanto a los operadores de red como a los productores de electricidad.

Cabe señalar que la electrificación aumentará en todo el mundo. La electricidad reemplazará sucesivamente las formas de energía nocivas para el medio ambiente, como el carbón, el petróleo y el gas. Esto debería beneficiar principalmente a los productores de electricidad que están comprometidos con la expansión de las energías renovables, pero también a los operadores de red que reciben una remuneración fija por las inversiones realizadas para expandir la red. El avance en los coches eléctricos finalmente parece posible, gracias a las elevadas subvenciones, junto con, por primera vez, una amplia gama de suministro y una infraestructura de carga cada vez más adecuada. Esto ayudará al negocio de los proveedores y las empresas de semiconductores en particular, ya que la participación de la electrónica está aumentando significativamente. El hidrógeno como sistema de propulsión o fuente de energía parece ser una alternativa interesante gracias al progreso tecnológico en su producción, y también se está promoviendo cada vez más en Europa. El mercado solar en China debería prometer un crecimiento a largo plazo.