Laboral

La transición entre la Universidad y la Empresa

El tejido empresarial asturiano tiene que ser capaz de absorber a los estudiantes de la universidad, formando un binomio que sea inseparable por ambas partes

“¿Y ahora qué?”, esa es la pregunta que muchos se harán cuando estén terminado o incluso ya hayan terminado esos cuatro o cinco años de grado.  “¿Que hago ahora?”. Este artículo va a intentar transmitir algo a lo que yo mismo me tuve que enfrentar hace menos de un año, intentando orientar y ayudar a los recién graduados que lo estén haciendo en estos momentos.

En la empresa por el contrario el individualismo y `perfectismo´ se sustituye por trabajo en equipo

Cada día avanzamos hacia un mundo más globalizado, empleos que hacen pocos años ni nos imaginaríamos que existirían y otros que desaparecerán en poco tiempo, un mundo donde la tecnología está teniendo un papel muy importante y la innovación aún mas. Es aquí donde la Universidad y la empresa difieren. En la primera, prima la formación, el ‘perfectismo’, el individualismo. En muchos casos no se aplican los conocimientos a casos reales. En la empresa por el contrario el individualismo y ‘perfectismo’ se sustituye por trabajo en equipo. Proyectos multidisciplinares con gente de áreas diferentes, cuyo objetivo principal es que el proyecto salga adelante. Nada está organizado, a veces hay que pararse y pensar nuevos caminos a seguir. Y sobre todo y muy importante que todo proyecto sea económicamente viable y técnicamente factible.

El tiempo es el bien más preciado, por lo que es importante ser proactivo, tener capacidad resolutiva de problemas y saber trabajar bajo presión

Existen diferentes iniciativas que tratan de acercar la Universidad a la empresa, ayudando tanto a las empresas como a los egresados a encontrarse en el camino, contrayendo un ‘matrimonio’ inseparable que continúe con la formación del egresado desde un punto de vista empresarial y que este aporte todo su saber y conocimiento técnico a las empresas. Al fin y al cabo, después de cuatro años estudiando, uno ya tiene ganas de empezar en su primer trabajo, ¿verdad?

Tampoco hay que engañarse pensando que trabajar en una empresa es pan comido. Hay que superar ciertas dificultades y miedos, que cuando los analizas desde lejos parecen insignificantes. Por un lado, porque aunque hayas sido el ‘cum-laude’ de tu carrera, no tienes experiencia en el tema, por mucho que creas que sí, es no. En segundo lugar, tendrás que soportar lecciones y charlas de compañeros y jefes. Tendrás que ser cauto, saber adaptarse y aprender para poder sobrellevar las primeras semanas con normalidad. Ah, y se me olvidaba, te presentaran a muchos compañeros, así que si tienes poca memoria retentiva lo vas a pasar algo mal.

En una empresa el tiempo es el bien más preciado, por lo que es importante ser proactivo, tener capacidad resolutiva de problemas y saber trabajar bajo presión. Es probable que las primeras semanas, o con suerte, los primeros meses, estés ‘tutorizado’, pero con el tiempo te irán soltando, igual que cuando un niño empieza a andar en bici, hasta que con el paso del tiempo, seas capaz de desenvolverte por tu cuenta. También, es muy importante, saber encajar las críticas de manera constructiva. Aunque no lo pienses, todos los que están a tu alrededor están para ayudarte.

Todo lo anterior es posible, porque en Asturias existen diversas plataformas de networking  y generación de ideas entre Empresa, Universidad y Talento Universitario, como la FUO (Fundación Universidad de Oviedo), proyectos como el de ‘Si, somos innovación’ y el Foro de Empleo que se celebra de manera anual, dirigido tanto a estudiantes como a empresas.

Como conclusión final, Asturias está consolidando un tejido industrial potente, al que debería permitirse que todos los graduados de diferentes áreas puedan a aportar su granito de arena y crecer a nivel empresarial, gracias a los proyectos que se desarrollan en los diferentes Parques Científicos y Tecnológicos, asentando las bases del movimiento ‘Astur-Valley’.