CHALECOS AMARILLOS

Los “chalecos amarillos” movilizan el país galo y sus protestas comienzan a influir en España

Abrumadoras las cifras con miles de heridos, detenidos y 10 fallecidos en Francia.

El colectivo conocido como «chalecos amarillos» nació, al margen de sindicatos y partidos políticos, en las redes sociales como protesta contra los aumentos de impuestos a los combustibles, pero rápidamente se convirtió en una movilización más amplia contra las políticas económicas de Macron, y que ha llevado al país a la peor crisis desde que el nuevo gobierno asumió el poder hace poco más de un año y medio. El nombre de este movimiento hace referencia a la prenda de obligado uso para cualquier conductor que se vea en la necesidad de ocupar la calzada o el arcén de las vías interurbanas. En su mayoría, los integrantes de los «chalecos amarillos» son obreros y empleados precarios; sin embargo, cuentan con el apoyo y la solidaridad de dos de cada tres de sus compatriotas, y, de hecho, han conseguido movilizar a miles de franceses cortando carreteras y autopistas por todo el país.
Aunque el detonante de las movilizaciones fue la subida de los carburantes, incrementado en un 16 % durante 2018, los «chalecos amarillos» piden también recuperar el poder adquisitivo y los servicios públicos perdidos en la periferia, pues más de la mitad de la clase media francesa asegura haberse visto profundamente afectada por los gravámenes sobre los ingresos de capital y el aumento de las contribuciones a la seguridad social, además de padecer un sentimiento de abandono geográfico y social.


Cifras y datos

Estas movilizaciones han generado en Francia, hasta finales de año 10 muertos, todos ellos han tenido lugar en los bloqueos de carreteras, más de 200 heridos y un enorme despliegue policial que se ha saldado con 1.850 personas detenidas, de ellas 1.015 solo en Paris. Un total de 125.000 manifestantes en todo el Estado, que desde mediados de Noviembre de 2018 han reivindicado sus derechos.
Una situación que se ha extendido por todo el Estado, con manifestaciones pacificas y huelgas secundadas por miles de personas en núcleos urbanos como Marsella, Nantes, Tours o Niza “, o los bloqueos de las plataformas Amazon y Easydis en Montélimar.

En cuanto a la situación en las Carreteras se produjeron:
-Barricadas en la autopista A6 a la altura de Villefranche-sur-Saone en dirección París-Lyon.
-Cortes durante la noche de la A10 en dirección Burdeos-París.
-Bloqueos en ambas direcciones de camiones entre Francia e Italia en la zona de los Alpes Marítimos, a la altura de Ventimiglia (este bloqueo se levanta cada media hora).
-Cortes en la A9 a la altura de Narbonne, en la frontera con España cerca del paso de La Junquera.
-Bloqueos en la A7 al sur de Valence y cortes en la A28 a la altura de Le Mans.

Consecuencias

Macron ha decretado el "estado de emergencia económico y social" para hacerle frente y diseñar "un nuevo contrato social"

Bruno Le Maire, ministro de Finanzas, ha asegurado: "Es un desastre para el comercio. Es un desastre para nuestra economía", a lo que ha añadido, esta situación supone "una crisis democrática", "una crisis de la nación".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, señala: "Ha llegado el momento de los territorios. No podemos reformar un país desde arriba", "Necesitamos del presidente palabras contundentes y la renovación del diálogo", ha añadido.

Resultado

Finalmente el presidente del país galo ha tendido la mano al dialogo con los cinco principales sindicatos y las tres patronales, que tras cuatro largas horas de debate, han decidido:

- Suspender la subida del impuesto del combustible prevista para enero.
- Aumentar cien euros mensuales sobre el salario mínimo, sin coste adicional para los empresarios .
-La bajada de impuestos a los pensionistas.
Por el contrario, no se ha aceptado reinstaurar el impuesto sobre la fortuna (ISF), que lo pagaban aquellos con un patrimonio neto imponible superior a los 1,3 millones de euros y que fue sustituido por un impuesto sobre la fortuna inmobiliaria (IFI).


Mientras tanto en España

Ataviados con el mismo uniforme, los «chalecos amarillos» llegan ahora a nuestro país, donde la subida del carburante es también una realidad, y ya se han manifestado en Asturias y Madrid causaron algunos destrozos en el casco viejo ovetense, aunque bien es cierto que el portavoz del movimiento en Asturias lo desvinculan totalmente de los actos sucedidos en la capital del Principado y afirma también que los seguidores asturianos de este movimiento creado en Francia se compone de unos 200 integrantes que reivindican más derechos sociales.

Para el gobierno español la situación podría ser preocupante si el germen de este movimiento consigue extenderse, puesto que Sánchez incluyó en los Presupuestos Generales pactados con Podemos la subida de los impuestos al gasóleo.