MOVILIDAD ELÉCTRICA

Iberdrola España alcanza 2.600 puntos de recarga rápida y ultrarrápida operativos

La red propia y la de Iberdrola | bp pulse permite recorrer España por autopistas y carreteras secundarias con una experiencia de recarga homogénea.
Iberdrola España alcanza 2.600 puntos de recarga rápida y ultrarrápida operativos
photo_camera Iberdrola España alcanza 2.600 puntos de recarga rápida y ultrarrápida operativos

Salir, conducir y no pensar demasiado en dónde cargar: ese es el mensaje que Iberdrola España busca fijar al superar la barrera de los 2.600 puntos de recarga rápida y ultrarrápida operativos -entre red propia y la de Iberdrola | bp pulse- y consolidar 9.600 puntos públicos en el país. Todos suministran electricidad de origen 100% renovable, un matiz que ata la movilidad eléctrica con la descarbonización del sistema. 

La promesa práctica es clara: paradas cortas -hasta el 80% de batería en menos de 15 minutos si el modelo lo permite- y cobertura que ya no se limita a grandes ejes.

El despliegue no es casual ni sobrevenido. Forma parte de un plan de movilidad iniciado en 2016 con una idea simple: facilitar la recarga en todos los ámbitos -vía pública, residencial, empresas y aparcamientos- y en todo tipo de poblaciones, también las pequeñas. 

Con el último empuje (más de 400 puntos rápidos/ultrarrápidos en el primer semestre), la compañía refuerza una malla que busca convertir el “¿dónde cargo?” en una rutina predecible, no en una aventura logística.

Cómo se traduce en carretera

La alianza estratégica con bp pulse (diciembre de 2023) acelera la alta potencia en estaciones de servicio y suma escala: hoy declara más de 1.400 puntos públicos operativos entre España y Portugal, con foco en ultrarrápida. Para el conductor, la diferencia se nota en el reloj; para la red, en la capilaridad. El resultado: un viaje que puede apoyarse tanto en carreteras primarias como en secundarias y locales, manteniendo tiempos competitivos de parada. 

La experiencia de uso pivota en la app de movilidad de la compañía, que permite localizar puntos cercanos, ver su estado en tiempo real, pagar (tarjeta bancaria, RFID o tarjetas registradas), consultar consumos y trazar la ruta óptima de paradas. Añade funciones de reserva y notificaciones de fin de recarga, y estrena una comunidad de usuarios con noticias y contenidos útiles. Son detalles que, sumados, reducen fricción: menos pasos, más certezas.

En términos de impacto, la compañía subraya dos vectores. Primero, electrificación del transporte con energía renovable certificada, como pieza de un sistema menos dependiente de combustibles fósiles. 

Segundo, accesibilidad: una red pública que pretende democratizar el viaje eléctrico, tanto para usos personales como profesionales, con una oferta que se extiende a soluciones para empresas y administraciones (desde PPA y autoconsumo hasta bomba de calor o electrificación de procesos). La firma asegura más de 100 acuerdos de despliegue con instituciones, estaciones de servicio, concesionarios y fabricantes.

La mirada crítica apunta a la ejecución: sostener el mantenimiento que garantiza potencias reales y alta disponibilidad; cuidar la capilaridad en tramos de menor tráfico; y seguir afinando la información al usuario (disponibilidad, precio y previsión de tiempos) para que la promesa en papel sea idéntica a la parada en ruta. Son retos operativos dentro del círculo de control de la compañía, donde la diferencia se mide en minutos… y en confianza.

En conjunto, el hito de los 2.600 puntos rápidos/ultrarrápidos y los 9.600 totales no es solo una cifra: es una señal de madurez. Si la red mantiene el ritmo de puesta en marcha, consolida tiempos de espera bajos y comunica con claridad, el viaje eléctrico seguirá dejando de ser noticia para convertirse, por fin, en rutina. 

Ese, a la postre, es el mejor indicador de que la infraestructura está donde debe: en el fondo, funcionando. 

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