Nunca antes en la historia los avances tecnológicos habían llegado tan rápido al mercado como hasta ahora, ni habíamos disfrutado de tantas opciones que investigar, desarrollar y adoptar.
En medio de este bombardeo constante de noticias, ofertas, jornadas, etc. sobre la transformación digital, la industria 4.0y tantos otros términos que ya nos resultan más que familiares, las empresas tradicionales estamos en un punto crítico: nuestras estrategias, objetivos y personas no fueron diseñadas para este nuevo entorno de digitalización, y nos surgen poderosas dudas sobre si lo que nos ofrecen o buscamosnos funcionará y resultará rentable.
Con la perspectiva de los más de 23 años de actividad de ITC y las experiencias del equipo que lo componemos, vemos que este debate ya lo hemos vivido en etapas anteriores. En las pasadas décadas también vivimos la llegada de nuevas tecnologías, metodologías y herramientas que supusieron importantes cambios en la industria. Fueron avances que introdujeron mejoras en la producción, en la gestión y en la formación, siempre con la vista en mejorar la competitividad y, a pesar de sus detractores, que siempre los hay, se implementaron con un balance positivo entre innovación tecnológica y desarrollo económico y social.
¿Entonces porqué parece que nos cuesta tanto ahora volver a abrazar unas innovaciones que prometen llevarnos a un nuevo nivel de competitividad?
La clave es la velocidad. Tanto las personas como las organizaciones necesitamostiempo para hacer las valoraciones adecuadas que nos permitan fijarnos objetivos, tiempo para diseñar las estrategias y los procesos que nos conducirán a través del cambio y,por supuesto, tiempo para formarnos en las novedades. Sin embargo,los mensajes que nos llegan desde instituciones, medios de comunicación, expertos, etc. son apremiantes. Y si eso no fuera suficiente, todos los días están saliendo nuevas herramientas, nuevas actualizaciones y nuevos productos que refuerzan su mensaje. Sin duda, no les falta razón. Urge, por muchos motivos de sobra conocidos, adoptar mejoras tecnológicas y metodológicas que nos permitan mantener y mejorar nuestra competitividad, pero no podemos caer en la trampa de la precipitación: adquirir e implementar ya,por miedoa que si lo pensamos,sea tarde. Todo lo contrario, estamos en medio de una revolución digitaly,como en toda revolución, sino estamos bien preparados y diseñamos una estrategia acertada, corremos el riesgo de salir muy mal parados. Para no salir dañado por las fuerzas aceleradas de la revolución industrial 4.0, la mejor receta es disponer de tiempo para pensar, analizar y diseñar una estrategia adecuada. Ahora es justo el momento en que, como profesionales y organizaciones, debemos pensar en dónde estamos nosotros y nuestra competencia, en dónde queremos estar, el intervalo adecuado para analizar qué novedades hay en el mercado presente y futuro, que nos pueden ayudar a alcanzar nuestros objetivos de mejora, y,sin duda, la hora de escribir todo eso en un mapa de nuestra organización que nos permita visualizar la estrategia que vamos a seguir.
En ITC creemos en el modelo de empresa digital, la formación de los directivos para comprender y liderar estas fuerzas de cambio, la formación de los profesionales que tendrán que llevar a cabo la transformación con nuevas herramientas y métodos, yla elección de las decisiones y tecnologías justas y necesarias para cada organización. Sin duda,ha llegado la era del Big Data, el Business Intelligence y Analytics, las tecnologías de la industria 4.0, la inteligencia artificial y tantas otras innovaciones que ya deben estar en nuestro radar, pero adoptémoslas con criterio y objetivos definidos. Es, por tanto, tiempo de desarrollar la estrategia para convertirnos en organizaciones y profesionales de la era digital.
