El reto de Avilés: “Ser amigable para vivir y atractiva para trabajar”

El centro de empresas La Curtidora lleva años siendo un instrumento del Ayuntamiento para el desarrollo económico de la ciudad. Cinco empresas que trabajan desde allí destacan las ventajas de este lugar para desarrollar sus actividades.

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photo_camera Representantes de diferentes empresas y en el centro el concejal de Desarrollo Urbano y Económico en el Ayuntamiento de Avilés, Manuel Campa, en la entrada de La Curtidora | Marta Martín.

La Avilés industrial, histórica; la Avilés de la gente joven y emprendedora; la Avilés de los centros de empresas, de la ciencia y la investigación. Así es esta ciudad porque así lo ha demostrado a lo largo de los años y sobre todo hoy en día, un momento en el que hay que estar a la altura y a la última en cuanto a los retos que se plantean de forma global.

El año pasado, continuaron con el desarrollo urbanístico orientado a hacer la vida más fácil a la ciudadanía. Pero no solo eso: con la implementación del Plan de Movilidad, define Manuel Campa, concejal de Desarrollo Urbano y Económico en el Ayuntamiento de Avilés, han consolidado la Red Europea de Ciudades por la Industria Sostenible (In4Green) “de una manera ágil y eficaz gracias a la cofinanciación europea”, liderándola y cohesionando a las diez ciudades participantes con un intenso programa de acciones durante los próximos dos años. “La Red es una oportunidad que surge a raíz del trabajo interno realizado en la elaboración de la agenda urbana donde se da el reto, entre otros, de conseguir una ciudad preparada para el futuro, y ese futuro pasa por una industria sostenible”.

Manuel Campa, concejal Responsable del Área de Desarrollo Urbano y Económico del Ayuntamiento de Avilés // Marta Martín
Manuel Campa, concejal Responsable del Área de Desarrollo Urbano y Económico del Ayuntamiento de Avilés | Marta Martín.

Campa asegura sentirse especialmente orgulloso de haber organizado el primer encuentro de Centros Tecnológicos de Avilés, “que sirvió de germen al entorno colaborativo que ha surgido en Asturias entre todos los centros tecnológicos, y con él seguiremos colaborando activamente”.

El desafío de la ciudad, dice, es “ser agradable, apacible y amigable para vivir y atractiva para trabajar”. Y en esas se encuentran, por eso trabajan con el Gobierno de España “para dar una salida ordenada a los tráficos del puerto y así evitar el centro de la ciudad”. Además, están negociando la eliminación de la barrera ferroviaria “que impide a la ciudadanía de Avilés disfrutar de su ría”.

En cuanto a desarrollo económico, se enfrentan al reto de ocupar el suelo industrial generado con empresas tractoras sostenibles que sirvan para generar la actividad económica aguas abajo, y para ello, señala Manuel, están trabajando “codo con codo con los gobiernos de España y Asturias”.

Avilés está llena de oportunidades que ofrecer. Una de las mayores es la que surge de la investigación, el desarrollo y la innovación relacionada con los materiales. “No es baladí que actualmente en Avilés estén en marcha actividades de investigación por valor de 12.404.352,80 euros, en las que participan 29 empresas avilesinas que reciben una financiación superior a los cinco millones del Gobierno de Asturias”, apunta. 

Con ello se resalta la importancia que están teniendo los productos industriales no solo ya manufacturados en Avilés, sino los creados: “El esfuerzo de pequeñas y grandes empresas de la comarca de Avilés por adelantarse al futuro nos anima para continuar acompañándolas”.

Los viveros empresariales de la ciudad

Avilés, desde 1979, se ha distinguido como ciudad que se está reinventando permanentemente: “La reutilización de espacios señeros para albergar actividades empresariales es nuestra misión. El Palacio de Ferrera, un hotel; el Palacio de Llano Ponte, un restaurante; el Palacio de Maqua, un centro de innovación; la Fábrica de Harinas, un centro de formación ocupacional para empresas; la Fábrica de Curtidos, un centro de empresas, y más del 10% de nuestro suelo dedicado a la industria, con la mayor densidad de multinacionales industriales de España, y la comarca con mayor porcentaje de actividad industrial de España”. Con esos mimbres, añade, “nos toca continuar reinventándonos para dar el mejor espacio a nuestras industrias, y en eso estamos, con la ampliación del Parque Tecnológico, el desarrollo del suelo de baterías y el nuevo asentamiento de Windar”.

El centro de empresas La Curtidora lleva años siendo un gran apoyo para la ciudad, un instrumento del Ayuntamiento para el desarrollo económico de Avilés. Y lo hace ofreciendo espacios en los que aquellos que deseen emprender un nuevo negocio puedan hacerlo sin tener que encargarse de toda la parte burocrática que supone el alquiler de un local y demás servicios.

Lleva casi 30 años siendo un referente nacional como espacio empresarial después de haber sido una fábrica de curtidos en 1820 y de haber sufrido un terrible incendio.

La Curtidora eleva su presupuesto para este año hasta los 701.558 euros, un 4,2% más que en 2023 (673.160 euros). Además, el Consejo de Administración de la sociedad ha decidido también mantener un año más las tarifas del centro de empresas. A 30 de junio estaba ocupado el 84% del espacio (el 68% del espacio destinado a oficinas y el 86% de las naves).

“Aun cuando más de 20 empresas finalizaron su estancia en La Curtidora, cerramos el año con el mismo número de empresas que en 2022, 120. Para los tiempos que corren, donde para muchos tipos de negocio la localización y el espacio deja de ser estratégico, mantenernos en una ocupación superior al 80% es un éxito”, señala Campa.

Es gracias a ese alto nivel de ocupación del Centro que les permite mantener los precios, por octavo año consecutivo, tanto de los alquileres de naves y oficinas como de los servicios adicionales.

En esta línea de conservar las tarifas en 2024 también se incluyen las instalaciones de Espacio Maqua, donde se pone a disposición un ecosistema único de lugares de trabajo, recursos de apoyo y colaboración, y asesoramiento experto para hacer los negocios más sostenibles.

Desde su puesta en marcha, más de 700 empresas han sido beneficiarias directas de los servicios de alojamiento ofrecidos por el centro de empresas: un total de 351 entidades de nueva creación; 8 agrupaciones empresariales; 139 sociedades de fuera de la comarca, captadas como resultado de la estrategia de atracción de empresas; y 202 empresas que han tenido oficina virtual en el centro.

Durante 2023 se pusieron en servicio cuatro nuevos espacios -Avilés Empresas, CurtiLab, Green Lobby e Innocorner-, como resultado de una importante remodelación interior, gracias a la financiación de los Fondos FEDER de la Unión Europea, dentro de la Estrategia DUSI de Avilés. Este 2024, La Curtidora prevé completar la modernización del equipamiento de estos espacios especializados para la realización de eventos, formaciones y reuniones, logrando así una transformación que conferirá una imagen contemporánea a estos entornos.

Además se implementará una sofisticada red WiFi empresarial que abarcará la totalidad del edificio, proporcionando a las empresas de La Curtidora conectividad de alta calidad.

“Desde 2015, La Curtidora está inmersa en un plan de mejora continua, este año continuaremos con la adaptación de espacios a las nuevas demandas empresariales, buscando la excelencia en los servicios con una atención personalizada e inmediata. Estamos abiertos los 365 días del año, las 24 horas y queremos ser cada año un poco mejores, ahorrando tiempo y dinero a nuestras empresas”, confiesa Campa.

Cinco ejemplos a seguir

Plantas piloto para formación e investigación

Addefi es una empresa dedicada a la fabricación y el diseño de plantas piloto para la formación e investigación; “una rama extraña a la que se dedica poca gente en España”, explica Guillermo Gayo, responsable de taller. Se trata de una entidad que es el paso intermedio entre la industria y el laboratorio, que trabaja con universidades, centros de investigación… “Hace un par de semanas le instalamos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) una máquina para hacer combustibles a partir de hidrógeno”. Ellos tienen una idea y Addefi se encarga de pensar si el proceso o reacción se puede llevar a cabo en dichas condiciones y fabrican la máquina que lo lleve a cabo.

Esta empresa avilesina lleva desde que nació, en 2017, en Avilés, en La Curtidora. Para ellos es “un lugar cómodo con un alquiler accesible; podemos enviar y recibir paquetes o lo que necesitemos, no hace falta tener a nadie encargado. Además, facilitan un gabinete para el trámite de papeles, el asesoramiento…”. Es un centro, dice Gayo, “bastante integral con muchos servicios, ayudas y locales que se pueden adaptar a cualquier tipo de negocio”.

Ellos, por ejemplo, tienen oficina y también taller: “encontrar un sitio donde poder instalar un taller no es nada fácil, no es como una oficina puesto que tiene que ser una nave con metros cuadrados para la maquinaria. Y eso es más complicado”.

El objetivo para Addefi de cara al año que viene es “seguir igual de bien que hasta ahora; tenemos bastante carga de trabajo”.

En cuanto a proyectos, todos los que llevan a cabo son externos: “hacemos construcción a medida sobre peticiones que nos hace el cliente” por tanto depende de lo que les soliciten desde los centros.

De cara al futuro se muestran tranquilos porque, asegura Gayo, la continuidad de la empresa “está asegurada”.

Soluciones digitales para captura y evaluación de datos

En Trelia Data desarrollan soluciones digitales para la captura y evaluación de datos, fundamentalmente medioambientales, como por ejemplo el control de calidad del aire o los sistemas de control de emisiones. Pero también se dedican a otro tipo de actividades siempre relacionadas con la sostenibilidad: “Por ejemplo, en Singapur estamos haciendo un proyecto para monitorizar viviendas aplicando diferentes tratamientos superficiales a las fachadas para ver cuál es el más eficiente a la hora del balance de energía necesario para mantenerlas refrigeradas por las altas temperaturas que hay. Montamos todo un sistema con sensores y nuestro software para su gestión”, explica Luis García, director de Trelia.

Arrancaron en mayo del 2021, y en La Curtidora llevan desde septiembre de 2022. “Empezamos trabajando fuera por un socio extranjero que tenemos. Ya estamos llevando a cabo bastantes proyectos fuera de España y algunos relevantes aquí”.

Según Luis, La Curtidora “da muchas oportunidades de networking, porque conoces a muchas personas que están haciendo cosas que podrían ser complementarias a lo que tú haces. Gracias a estar aquí empezamos a trabajar con Innovastur en temas de innovación; de hecho estamos con ellos en dos proyectos”. Eso además de “todas las facilidades en cuanto a infraestructura que te da, salas de reuniones y ese tipo de posibilidades”.

Los desafíos planteados para este año son, entre otros “consolidarnos y crecer, sobre todo en España que estamos algo más cojos. Trabajamos mucho más fuera que aquí”.

Acaban de iniciar un proyecto en Perú con una ingeniería de allí; están haciendo controles de emisiones de plantas de generación de energía: “Es la primera iniciativa allí y queremos hacer más, crecer y establecernos por Sudamérica si es posible”.

Sistemas de análisis para la industria del petróleo

“Somos una ingeniería especializada en sistemas de análisis para la industria del petróleo, química para el refine y química-electroquímica. Llevamos 20 años de actividad”. Así define a la empresa PSA Ingenieros Jaime González, su responsable del departamento de Analizadores de la zona norte, entidad que nació en Madrid y cuenta con delegaciones en Andalucía, Algeciras y Huelva.

“Hace siete u ocho años abrimos delegación en el norte, que es la que montamos aquí en Asturias, en La Curtidora, para dar cobertura a toda la zona”. Aprovechando las posibilidades de las instalaciones de que dispone y los servicios que facilitaba, cogimos un despacho en este espacio empresarial en 2016.

Para Jaime, las ventajas que ofrece La Curtidora a la hora de arrancar, en su caso, no tuvieron que ver con el hecho de iniciar una actividad, sino de abrir una delegación de una empresa que ya estaba en funcionamiento. “La Curtidora nos ofrece muchas facilidades en cuanto a tramitación a la hora de abrir una zona de trabajo: proporciona el espacio, servicios comunes como salas de reuniones, reprografía, alta de Internet… Luego también proporciona networking con los compañeros y según pasan los años vas conociendo a otras empresas, tejiendo alianzas y buscando relaciones de cliente-proveedor”.

El año pasado llevaron a cabo el proyecto más relevante que han ejecutado. Fue para el grupo Cepsa, para la refinería de Algeciras. “Es el proyecto la burbuja, en el cual se suministraron sistemas de análisis para monitorización de emisiones, para todos los focos de emisión de la refinería, 17 o 18 focos. Se suministraron sistemas de monitorización de los contaminantes SO2 y NOX que están conectados a tiempo real con la Junta de Andalucía para la medida y registro de datos de las emisiones contaminantes de todas las refinerías de allí”.

Para este año, el proyecto más importante que tienen entre manos es para la refinería de Petronor, en el País Vasco: Es un proyecto denominado ‘Efuels’, y consiste en suministrar un paquete de analizadores de proceso para una hidrogenadora. “Nuestro cliente tradicionalmente ha sido el petróleo y ahora con la transición energética estamos comenzando a diseñar y suministrar sistemas de análisis para las nuevas energías limpias, biocombustibles o hidrógeno”.

Tranformación digital y consultoría tecnológica

Satec es una especie de ingeniería que se creó hace 37 años. Luis Rodríguez, CEO fundador de la entidad asegura que han vivido todas las transformaciones: “La aparición de las redes, de Internet… Hemos logrado conseguir escala, somos ya 1500 personas y estamos en muchas partes. Tenemos proyectos en 40 países pero estamos presentes en 12. Hacemos ingeniería para Telcom, pero también para verticales como Salud, Ciencias de la Tierra, gobierno corporativo…”. 

En Avilés tienen un centro muy importante; están desde hace muchos años, desde 2007, en La Curtidora y en el Palacio de Maqua. Abrieron un centro de I+D que proporciona el Principado con el que quieren apoyar el emprendimiento de la gente local, sus proyectos. “Queremos ver si ese conocimiento lo podemos incluir en el mercado o si no echarles una mano para que progresen en su afán. Crear innovación alternativa a lo que encontramos, en temas donde en Asturias hay más tradición, como son metalmecánico, agrícolas, parte logística y organización portuaria”.

Para Rodríguez, Avilés es un sitio estupendo, una ciudad inmejorable: “Aquí hay mucha juventud y esto no es tan corriente. Tiene un apoyo de las instituciones fortísimo”. Dice que la empresa se encuentra allí muy bien, y que es un punto de encuentro que valoran mucho porque creen que es importante ir al lugar de trabajo: “Hoy en día gran parte de la gente teletrabaja, y eso tiene muchas ventajas, pero es importante ir a la oficina porque de lo contrario se pierde espíritu de equipo, de compañía y de aprendizaje. Uno aprende hablando con la gente, porque te cuentan sobre otros proyectos e ideas… Eso va en el interés de los trabajadores. Quien pierde realmente valor es la persona que se aísla”. Están intentando concienciar que esto es importante.

El año pasado cerraron todas las vías de negocio en beneficio. Ganaron proyectos importantes, como el de Arabia Saudita, “un mercado difícil y que es un proyecto de futuro”. Además, en África están detrás de un par de proyectos con los que podrían dar un gran salto.

Diseño, fabricación y comercialización de hábitats modulares

Room 2030 es una startup de base tecnológica que diseña, fabrica y comercializa hábitats modulares. 

A finales de 2020, cuando se fundó, decidieron instalarse en La Curtidora porque el CEO fundador, Sergio Baragaño, considera este lugar “una maravilla de espacio, arquitectónica, profesional y humanamente. Un lugar perfecto pensado para que sucedan cosas y encuentros entre las empresas que aquí nos situamos".

Para esta entidad todos los proyectos son importantes, “desde el producto más pequeño hasta el edificio más grande”. Pero, añade, “es cierto que la edificación industrializada en altura es un reto en España y estamos con un edificio de seis plantas que va a ser uno de los más altos hechos con este sistema”.

Otro reto para ellos es “poder hacer los primeros proyectos fuera de España” puesto que repercute en su crecimiento y expansión global.

Su propósito y mayor desafío para este ejercicio es “seguir creciendo como empresa y como equipo, así como mantener nuestro compromiso con la innovación y la generación de ecosistemas”.

Ven el 2024 como un año de oportunidades para ellos y para la construcción industrializada en general: “La tormenta perfecta actual, con falta de mano de obra e incertidumbre de precios de materiales, hacen que la fabricación industrializada, con plazos de entrega muy cortos y precios cerrados, sea un sistema idóneo para la necesidad actual de vivienda y nuevos modelos de negocio”.