Industria 4.0

Suficientemente concienciados e insuficientemente accionados

A nadie le quedan dudas de que la transformación digital les afecta o lo hará a corto plazo. En general los estudios arrojan un alto grado de concienciación e interés en el proceso hacia una Industria 4.0.

La realidad de la transformación digital
photo_camera La realidad de la transformación digital

“Estamos suficientemente concienciados, pero insuficientemente accionados”. Recientemente escuché esta expresión que refleja con claridad el momento que vivimos en este momento en muchos ámbitos, pero en el que nos ocupa en estas líneas me parece especialmente acertada.

A nadie le quedan dudas de que la transformación digital les afecta o lo hará a corto plazo. En general los estudios arrojan un alto grado de concienciación e interés en el proceso hacia una Industria 4.0. Curiosamente, muchas empresas ven muy lejano dicho proceso de transformación digital porque consideran que “su tipología de actividades” hace que los habilitadores digitales en impulsar esa nueva revolución industrial tienen poco encaje y que las que pueden implantar en este momento, distan mucho del concepto Industria 4.0. Esto hace que una gran parte de las empresas no han establecido todavía de manera prioritaria una evolución hacia ese idílico paradigma de la industria más avanzada.

Todas las empresas lo consideran un proceso imparable, que les causa inquietud, quizás porque reconocen verse alejados del modelo ideal al que aspira la Industria 4.0. No es fácil verse en esa situación y sin duda tendrán sus razones quienes opinan así, pero es difícil no comparar esta situación si nos abstraemos del tema que tratamos, con quien está a punto de ser arrollado por una enorme locomotora, se encuentra lejos de poder ponerse a salvo y sin embargo no hace nada o no puede hacerlo, para evitarlo.

A nadie le quedan dudas de que la transformación digital les afecta o lo hará a corto plazo

Esto puede ser la explicación para que, entre otras cosas, apenas un 32% de las empresas entrevistadas en un reciente estudio considere que están apareciendo nuevos perfiles profesiones en el sector metal. Mayoritariamente todos coinciden en que están cambiando casi todas ellas por el nivel de especialización que se requiere. Lo más curioso del dato no es lo cuantitativo sino lo cualitativo. Y es que ese 32% coincide mayoritariamente con las empresas que más crecimiento en productividad y expansión en el mercado han experimentado. Algo están viendo que otros no perciben y que puede que sea tarde cuando lo hagan. ¿Está la locomotora sonando cada vez con más fuerza? Quizás la locomotora lleva tiempo avisando de que llega y todos estamos suficientemente concienciados, pero es que no hace más ruido, sino que está ya muy cerca y no estamos suficientemente accionados.

Puede que lo más fácil sea gritarle desde el medio de la vía que se aparte como lamentablemente parece que estamos haciendo con algunos ODS, y no somos conscientes de que en la tecnología tenemos un aliado para evitar lo uno y cumplir con lo otro. Las locomotoras de las que estamos hablando no se van a apartar de la vía. Puede que consigamos frenarlas un poco en el mejor de los casos, pero el final ya nos lo podemos imaginar.

Sólo pondré una cifra más a modo de ejemplo de lo que estamos hablando. Fijándonos en uno solo de los habilitadores que configuran las bases para este proceso transformador, la IoT, la plataforma profesional más importante del mundo ofrecía un dato muy revelador para el sector. Los sectores de actividad en los que más profesionales hay y mayor incremento de la contratación de profesionales de IoT se produjo en el último año en España son, como no podía ser de otra manera, los de empresas de consultoría, telcos y tecnológicas, centros de conocimiento y universidades, seguidas de manufactura eléctrica y electrónica (+81%), ingeniería industrial y metálica (+129%) y automovilístico (+126%). Ruje la locomotora y lo hace con fuerza.

Con frecuencia nos encontramos con clientes que han tardado demasiado tiempo en tomar decisiones de evolución tecnológica

Uno de los factores que frenan el avance es el no ser capaces de aterrizar conceptos excesivamente etéreos y farragosos, y es que, en ocasiones el cuello de botella está en aspectos más básicos. En el momento actual las compañías necesitan con frecuencia que sus soluciones de gestión empresarial interactúen con otros sistemas externos, tanto propios como ajenos. Y si esa necesidad no es percibida, quizás la brecha sea mucho mayor de lo que nos imaginamos y sesudos estudios recogen.

Esta demanda creciente es consecuencia de múltiples factores. Sin ánimo de ser exhaustivos sobre esos factores, podríamos mencionar algunos como la globalización y la revolución que ha supuesto Internet, la reducción de los costes de las comunicaciones en todas sus formas, el Cloud Computing, la digitalización de los procesos industriales, los requerimientos de terceros como las Administraciones Públicas, Clientes, Proveedores, Empleados …

Entre esos muchos sistemas que podrían consumir y producir información a integrar con el ERP empresarial están las soluciones de optimización de gestión de tesorería para el área financiera como XRT de SAGE, soluciones de movilidad para la gestión de procesos de verificación y control del PPI Nubia Solutions, ecommerce, plataformas B2B/B2C o elementos del entorno logístico y productivo como la sensórica desplegada en máquinas y plantas de producción, PLC y dispositivos físicos, etc.

Con frecuencia nos encontramos con clientes que han tardado demasiado tiempo en tomar decisiones de evolución tecnológica porque “luego a ver qué hago con todo esto que tenemos conectado si cambio el ERP”. Son clientes que acometieron proyectos ambiciosos en tiempos en los que los procesos de integración de fuentes de datos eran más complejos y menos eficientes. Todo ha cambiado mucho y rápido, y en esto de la tecnológica y las posibilidades que nos ofrece, mucho más, por lo que los procesos de integración son mucho más sencillos y los ERP aportan muchas más capacidades a las empresas en su proceso de transformación digital.

Hay que avanzar rápido, pero no debemos descuidar los cimientos sobre los que construir.