INDUSTRIA ASTURIAS

“Con Industria 4.0 hay futuro”

La industria asturiana no se puede concebir sin el sector del metal, que contribuye significativamente a la actividad...

Guillermo Ulacia, Presidente Femetal
photo_camera Guillermo Ulacia, Presidente Femetal

La industria asturiana no se puede concebir sin el sector del metal, que contribuye significativamente a la actividad económica regional: El sector del metal representa de forma agregada el 11 % del PIB de Asturias, son 1126 empresas (aproximadamente el 32% del censo industrial), trabajan 28000 personas (casi el 50 % del empleo industrial),  tiene una cifra de negocio superior a 5000 millones de Euros y representa el 68% de las exportaciones asturianas.

El sector se caracteriza por su heterogeneidad y agrupa un conjunto de actividades económicas muy amplio y diverso. La metalurgia representa el 4 % de las empresas y el 39 % del empleo, mientras que la fabricación de productos metálicos representa el 63 % de las empresas y el 35 % del empleo.

La dimensión de la empresa y su relación con el empleo es otra característica diferencial del sector. Las entidades medianas y grandes representan el 5 % del total y ocupan al 70 % de los empleados del sector, mientras las empresas de menos de 50 empleados representan el 95 % y concentran el 30 % de los empleados del sector.

Competitividad del sector:

La crisis global iniciada con la caída de Lehman Brothers en USA, ha tenido un impacto significativo en casi todos los indicadores de actividad del sector, desde la cifra de negocios, el valor añadido bruto, inversiones en activos materiales, intangibles  y el empleo. Actualmente el sector cuenta con 250 empresas menos que en 2008, lo que supone un descenso cercano al 18 %

Sin embargo el sector se ha comportado mejor que otras actividades económicas básicamente, por el impulso hacia la especialización tecnológica en producto y procesos productivos, la apertura a los mercados exteriores y la mejora de la productividad (Valor añadido bruto por empleado).

Suele decirse que el nivel de exportaciones sirve para evaluar la capacidad competitiva empresarial. En este sentido el sector sigue siendo más del 65 % del volumen total de exportaciones asturianas con una cifra de negocio acumulada durante los diez meses del año 2018 de 2.496 millones de Euros, lo que confirma lo adecuado de las acciones anteriormente citadas y realizadas por las empresas del sector.

Especialización Inteligente y Fabricación Avanzada

Las claves para consolidar y sostener en el tiempo este nivel de competitividad no se encuentra, en la mayoría de loscasos, solamente al alcance de los empresarios, sino que depende de contar con las adecuadas políticas fiscales, de energía y medioambiente y sobre todo industrial.

España, y por ende, Asturias, necesita un Plan Industrial. Un proyecto que permita a la industria en general, y en particular a la del metal, operar en un marco estable y predecible, como principal motor económico que es, y como así exige la Unión Europa. Conscientes de esta preocupación por mantener la competitividad empresarial en nuestro sector, desde FEMETAL, hemos sensibilizado a las empresas del metal para progresar hacia una especialización inteligente, basada en el desarrollo de procesos de fabricación avanzada y apoyados en tecnologías de última generación. Un avance que se ejecuta a través del clúster MetaIndustry4. Una agrupación de carácter multisectorial, y alineado con la estrategia de especialización inteligente de Asturias (RIS3), que principalmente está orientado a las empresas y las cadenas globales de valor. A través de este clúster se busca generar más innovación, abierta y colaborativa; más internacionalización, y mayor valor añadido en las cadenas de valor global mediante el desarrollo de las estrategias adecuadas de transformación digital empresarial y nuevos modelos de negocio.

Los retos de sector

El sector del metal asturiano no es ajeno a las tendencias globales, muchas de ellas con un alto impacto para el sector: La globalización, las tecnologías emergentes, la movilidad o las tendencias sociodemográficas afectan directamente a todos los subsectores del metal, todo ello en un entorno económico volátil, incierto y cada vez más complejo.

Según el análisis realizado por FEMETAL, las áreas con potencial de mejora para reposicionarnos en las cadenas de valor con  buenos niveles de competitividad, se encuentran vinculadas fundamentalmente a la necesidad de ganar en tamaño (mayor capitalización, menor endeudamiento y niveles de apalancamiento financiero positivos), ser más activos en los mercados internacionales e incorporar más intensamente la innovación tecnológica y las nuevas tecnologías. Para ello resulta fundamental profundizar en la cooperación y colaboración entre empresas y el resto de agentes del ecosistema y atraer personal cualificado para liderar estos procesos de cambio exponencial y en algunos casos disruptivos.

Si este conjunto de medidas son necesarias no son suficientes. También necesitamos construir un nuevo modelo de relaciones laborales, renovado respecto a los modelos convencionales actualmente vigentes. Se tiene que desarrollar sobre un nuevo paradigma donde la empresa sea un proyecto compartido que descansa en la confianza mutua para la adaptación permanente al cambio a través de una flexibilidad consensuada.

Finalmente apuntar que los presupuestos generales del estado para 2019, con sus propuestas fiscales y los objetivos que se definan en la Ley de cambio climático y de transición energética pueden abortar los resultados esperados de los esfuerzos e inversiones de las empresas y de la industria en particular para mejorar su competitividad, sin necesidad de tener que buscar excusas en los efectos del Brexit o las medidas proteccionistas del mercado estadounidense.

Joseph Stiglitz en referencia al “New Green Deal” americano decía recientemente que estando a favor había que tener en cuenta los plazos y la secuencia de iniciativas porque al igual que no hay que dilatar las actividades tampoco hay que correr demasiado. Simplemente recordaba que lo importante es hacerlo bien, porque también se puede hacer mal y con un alto coste. ¿Habremos aprendido de nuestra estrategia de implantación  de energías renovables y el coste asociado? Pensemos en positivo.

Nuestra creencia: El progreso social y económico necesita la industria para un mundo mejor