Javier Labrada es un apasionado de la música clásica en general y la ópera en particular siendo, desde hace unos seis años, crítico musical para la revista especializada Platea Magazine, además, disfruta practicando la astronomía y la astrofotografía combinada con el montañismo.
Graduado en Náutica y Transporte Marítimo y estudiante del Máster en Ingeniería de Automatización e Informática Industrial en la EPI Gijón, fundó Seerstems en enero de 2019, donde ocupa el puesto de Director.
¿Por qué elegiste la robótica?, ¿cómo surgió esta idea?
Todo se inició con unas jornadas de drones promovidas por docentes de la Universidad de Oviedo. A raíz de ellas un grupo de estudiantes constituimos una asociación: Drone4Students, que yo presidí durante más de un año. Esa asociación fue realmente la precursora de toda mi actividad emprendedora.
¿Qué diferencian tus robots de los del resto?
Actualmente en Seerstems apostamos por la especialización de los robots, aportando soluciones a medida para cada cliente. Esto dota a nuestras plataformas de una capacidad de adaptación muy superior a la de las plataformas comerciales
¿Cómo se le puede hacer entender a la industria más tradicional que el uso de robots es ya una necesidad?
En mi opinión, la clave de esto pasa por las demostraciones funcionales. En la industria resulta de aplicación ese conocido adagio: "Si no veo, no creo". Y es que, la única forma que una empresa tan joven como la nuestra tiene para generar confianza en sus clientes es acudir directamente a ellos con un prototipo funcional que puedan ver y tocar.
En tu opinión, ¿la industria española y asturiana está demandando este tipo de soluciones?
Creo que sí, tanto para la industrial nacional como para la regional. A fin de cuentas, si uno demuestra que sus robots funcionan, como he comentado anteriormente, no hay motivos por parte de una industria para no adoptarlos.
¿Consideras que en Asturias hay un apoyo suficiente a las startups tecnológicas que lo arriesgan todo por la innovación y el cambio?
Si hablamos de apoyo público, al menos en mi caso particular, resultaría hipócrita afirmar lo contrario. Desde la fundación de Seerstems hemos tenido la posibilidad de acudir a múltiples eventos organizados por CEEI e IDEPA que nos han permitido dar a conocer la empresa, además hemos resultado ganadores del Premio a Mejor Iniciativa Empresarial 2019 de CEEI Asturias y además hemos podido entrar a una importante línea de financiación regional para startups. Desde la perspectiva privada, por el contrario, el avance está resultando más difícil. Aunque poco a poco vamos consiguiendo afianzar una cartera de clientes entre los que se encuentran algunas empresas de gran tamaño.
Muchos jóvenes tienen que empezar su carrera profesional de Industria 4.0 en el extranjero, ¿crees que cada vez hay más oportunidades para ellos en España?, ¿o seguimos dejando volar el talento?
Lo cierto es que la situación para la gente de mi generación es complicada en Asturias. Lo comento siempre que voy de montaña por Picos de Europa o cualquier otro lugar: en Asturias somos muy privilegiados de tener el territorio que tenemos, pero debemos responsabilizarnos de construir una región que brinde posibilidades a los jóvenes. Y no sólo económicas, que también, sino de proyectos que les motiven a quedarse en la región. Los egresados con talento buscan retos, no se conforman con realizar un trabajo rutinario de oficina técnica de 9 a 2 y de 4 a 7.
Existen dos bandos; los que creen que los robots crearán empleo y los que lo destruirán. ¿Quién está equivocado?
Creo que los dos tienen razón, pues ambas situaciones son perfectamente plausibles. Que el futuro se decante por una u otra depende exclusivamente de quienes vivimos en el presente. En mi opinión, la robótica debe abordarse con ilusión, pero también con responsabilidad.
Un buen número de empresas tecnológicas se quejan de la falta de perfiles cualificados, ¿crees que la Educación ya está transformada para la demanda de perfiles tecnológicos?
En mi opinión, el problema de la falta de perfiles tecnológicos, particularmente programadores de software, no se desprende de la educación, sino de la fuga de talento. Cuando uno busca contratar un programador junior se encuentra con que la gran mayoría, o bien ya tiene trabajo aquí o, más probablemente, se ha marchado a una gran ciudad como Madrid o Barcelona.
¿Tiene Asturias potencial para convertirse en una especie de Silicon Valley?
No, pero tampoco debe aspirar a ello. Silicon Valley no es un paraíso, como muchos lo describen, sino una región con enormes niveles de estrés entre sus habitantes, muchos de los cuales han visto en la reciente legalización de la marihuana en el Estado de California la única forma posible de evaa una vida regida por las notificaciones que aparecen en su iPhone. Esto lo recoge muy bien la serie "Wild West Tech" de la fotografa del National Geographic Laura Morton, a quien tuve la suerte de conocer en Palo Alto durante el verano de 2018. En ella se refleja perfectamente la realidad, muchas veces asfixiante, que viven los emprendedores allí. En Asturias, como he dicho antes, contamos con una tierra y una calidad de vida realmente envidiables. Nuestras aspiraciones deben pasar por conservarlas, apostando por un emprendimiento que encaje con estas premisas, no que las destruya.
¿Hacia dónde se dirige Seerstems?
Seerstems aspira a convertirse en un fabricante de referencia para vehículos no tripulados de inspección industrial, ya sean aéreos, terrestres o marítimos.
Robot de Inspección Industrial
Actualmente nos encontramos desarrollando una plataforma terrestre de inspección industrial. Se trata de un robot de tipo crawler, con ruedas magnéticas, que permita realizar una inspección por ultrasonidos de las paredes de un tanque industrial. Esto evitará la necesidad de los operadores humanos de emplazar andamios alrededor de todo el tanque únicamente para realizar este test.
