Charlamos con Bruno López, director general de la Sociedad de Promoción Exterior del Principado de Asturias, (Asturex), para analizar un año marcado por la ruptura del consenso multilateral y la aparición de nuevas barreras al comercio. Desde su posición al frente de esta entidad, ofrece una lectura clara de cómo este nuevo escenario afecta a las empresas de la región, qué oportunidades están emergiendo y cuál es el papel que debe jugar la internacionalización en un contexto global tan cambiante. La entrevista coincide, además, con la presentación del Plan Operativo Anual 2026 y con el 20 aniversario de la entidad.
El año 2025 ha estado marcado por la incertidumbre en el comercio mundial. ¿Qué balance haces del contexto global y su impacto en Asturias?
2025 será recordado como el año en el que se quebró el consenso sobre el libre comercio. Hemos pasado de un sistema basado en el multilateralismo a un escenario marcado por bloques, aranceles y fragmentación de las cadenas globales. La Organización Mundial del Comercio (OMC) estima que el comercio mundial, que creció un 2,4% este año, podría estancarse en un 0,5% en 2026. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que las restricciones comerciales están erosionando avances logrados desde los años noventa.
España y Asturias no son ajenas a esta realidad: en agosto, las exportaciones asturianas caían un 8,1% interanual. Aun así, hay motivos para destacar. A pesar de este entorno tan complicado, Asturias alcanza la cifra de 644 empresas exportadoras regulares en agosto, muy cerca del récord histórico regional. Hace solo una década eran 465. Y si miramos más atrás, cuando Asturex comenzó su andadura, eran 332. En solo dos décadas, se ha duplicado el número de empresas que exportan de forma sostenida. Ese dato resume bien el avance colectivo de nuestra región.
¿Y de qué manera ha respondido Asturex ante los desafíos de este año?
Con anticipación, cercanía a las empresas y una respuesta muy pegada al terreno. En este año hemos desarrollado 57 acciones de promoción internacional en más de 30 países, apoyando a 485 empresas asturianas en sus procesos de internacionalización. Nuestra red exterior ha prestado servicio en 87 países, y hemos concertado más de 2.000 reuniones B2B entre empresas asturianas y extranjeras.
También hemos invitado a más de 50 compradores internacionales de sectores como el agroalimentario, la construcción, la moda o el metal para que conocieran de primera mano la capacidad empresarial de Asturias.
Junto a esta actividad, hemos mantenido una monitorización constante de los cambios en el entorno internacional, especialmente en lo referente a la guerra arancelaria. Desde el conocido liberation day, hicimos un seguimiento detallado de la evolución, conscientes de que la volatilidad impedía tomar decisiones firmes. Pero una vez se confirmaron los aranceles definitivos a la Unión Europea, decidimos pasar a la acción y preparar una respuesta estructurada para apoyar a nuestras empresas.
Este esfuerzo ha ido acompañado de un fortalecimiento de nuestras capacidades de inteligencia comercial, con herramientas que permiten a las empresas anticipar proyectos internacionales antes incluso de su publicación. Todo ello forma parte de un enfoque más estratégico, que complementa nuestras acciones tradicionales de promoción exterior.
¿Cómo se articula esa anticipación en ese Plan Operativo Anual 2026? ¿Cuáles son las líneas estratégicas clave?
En 2026 vamos a trabajar sobre cuatro grandes ejes estratégicos:
El primero, mitigar los efectos de los aranceles y barreras comerciales, especialmente en sectores como el metal, muy integrados en cadenas de valor globales. Hemos lanzado un Servicio de Información Jurídica y Arancelaria sobre Estados Unidos, gratuito y abierto a todas las empresas, para revisar clasificaciones, normativas o estrategias de acceso.
Este eje también incluye inteligencia comercial. En 2025 ya hemos contratado la herramienta MEED Projects para anticipar oportunidades en Oriente Medio, y en 2026 la extenderemos a otros mercados. Queremos que las empresas nos pidan información concreta y construir con ellas una estructura de apoyo real, útil, diseñada con su feedback.
El segundo eje es Asia como vector de diversificación. Hoy supone apenas un 4% de nuestras exportaciones (7,3% si contamos la península arábiga). Pero su potencial es enorme. En 2026 realizaremos misiones comerciales a Vietnam, Tailandia, Malasia, Singapur, Indonesia, Hong Kong, Camboya, Australia y Nueva Zelanda. Además, nos hemos incorporado como socios a ASEMPEA, que nos abre acceso a actores clave del espacio ASEAN.
El tercero, el posicionamiento ante el futuro acuerdo UE-Mercosur. Estamos desarrollando un servicio específico de acceso al mercado brasileño, que incluye diagnóstico, estudio y agendas comerciales. También daremos continuidad a las misiones industriales en Argentina (Bahía Blanca, Neuquén), y seguiremos trabajando otros mercados de la zona que, si bien no están dentro del Mercosur, han sido y son buenos mercados para las empresas asturianas, como Chile y Colombia.
El cuarto eje, y no menos importante, es el relevo generacional. Nos preocupa la falta de perfiles jóvenes en departamentos internacionales. Por eso, reforzamos nuestras becas internacionales y becas formativas vinculadas a los programas Exporta, así como el programa Asturias Exporta, que desarrollamos en colaboración con la Facultad de Comercio y Marketing de la Universidad de Oviedo y que ya cuenta con 19 casos de éxito empresarial asturiano usados en las aulas. Este año, los alumnos participarán en la elaboración de nuevos casos, conectando desde la formación con la empresa. También continuaremos colaborando con el programa de mentorización de Compromiso Asturias XXI y lanzaremos nuevas iniciativas en FP y para atraer a becarios ICEX.
En este contexto tan cambiante, ¿cómo ves el papel de Asturex tras dos décadas de actividad?
Asturex cumple 20 años, y este aniversario nos sirve para mirar con perspectiva. En 2006 había 332 exportadores regulares en Asturias. En 2024 batimos el récord con 677, y este año estamos en 644 a falta de cerrar los datos, ya por encima de 2024 en esas fechas. Lo importante es que, detrás de cada empresa, hay una historia de transformación y apertura al mundo.
Asturex ha evolucionado con ellas. Hoy es una plataforma estratégica de internacionalización que combina inteligencia económica, acompañamiento personalizado, digitalización, asesoría especializada y herramientas de análisis avanzado. Pero, sobre todo, hemos asumido que, en un entorno internacional cambiante, nuestra labor no consiste únicamente en acompañar, sino en anticipar los movimientos del mercado, comprender sus implicaciones y traducirlos en oportunidades reales para las empresas asturianas.
Esa es, en esencia, nuestra vocación: ser un socio estratégico, atento, dinámico y orientado al impacto, para que ninguna empresa asturiana se quede sin opciones para crecer en el exterior. Porque vista la rápida velocidad a la que cambia el mundo, anticiparse y adaptarse ya no es una ventaja: es una necesidad.
¿Qué mensaje trasladarías a las empresas asturianas que están pensando en dar el salto internacional o en explorar nuevos mercados?
Que el comercio internacional no es hoy una opción secundaria, sino una decisión estratégica. En un entorno cada vez más volátil y fragmentado, la internacionalización ofrece no solo nuevas vías de crecimiento, sino acceso a tecnología, estándares globales, redes de colaboración y capacidad competitiva. Cada empresa que se internacionaliza multiplica su potencial y genera un efecto positivo en su entorno.
Desde Asturex trabajamos para que ninguna empresa se quede sin información, sin acompañamiento o sin opciones para crecer fuera. Con independencia de su tamaño o sector, siempre hay un punto de partida, una oportunidad, un mercado por explorar. Y en esa travesía, Asturex está para acompañar, anticipar y aportar valor.