La política cobra sentido cuando desciende del PowerPoint al territorio: ayudas con calendario, carreteras con proyecto y convenios que mueven trámites. El Consejo de Gobierno celebrado en FIDMA se mueve en ese plano tangible: 3,5 millones para empleo rural, inversión en la AS-330, un Centro de Innovación Territorial de nueva planta, apoyo a certificaciones de economía circular y un acuerdo para agilizar bajas laborales traumatológicas.
El hilo conductor, más que el titular, es la pregunta por el cómo: qué instrumentos, con qué condiciones y para quién.
Empleo rural: dos llaves para empezar y para contratar
Las ayudas se gestionarán a través de los once Grupos de Acción Local y se articulan en dos piezas. Primera, el “tique rural”, hasta 50.000 euros si el negocio aguanta cinco años; segunda, el “tique asalariado”, que nace este año y llega a 20.000 euros si la contratación se mantiene durante dos. Desde 2016 se han concedido 576 tiques y un 57% fueron a mujeres: menos un eslogan que una radiografía de quién sostiene el emprendimiento de proximidad.
Aquí Leader no es decorado: Asturias le dedica el 25% del Feader (la media nacional ronda el 8% y la recomendación europea el 5%). Esa diferencia se traduce en un reparto comarcal que prioriza, entre otras, Oriente de Asturias (399.000 + 171.000 = 570.000 euros), Valle del Ese-Entrecabos (374.500 + 160.500 = 535.000) y Navia-Porcía (281.050 + 120.450 = 401.500).
Dicho en corto: talleres que abren, comercios que resisten la temporada baja y servicios que se quedan en las capitales de concejo.
Obras, innovación y salud: estabilizadores discretos
La obra pública actúa como el clásico estabilizador que no ocupa portadas pero cambia rutinas. La AS-330 (Villaviciosa-Puente Agüera) captará 3.273.289 euros para once kilómetros: rehabilitación del firme, nueva señalización y barreras, tres muros de hormigón; además, en el arranque hasta Vayones, la calzada se ampliará hasta 5,50 metros y se instalará un nuevo drenaje. Es ingeniería de lo cotidiano que se mide en seguridad y minutos ahorrados.
En paralelo, el CIT-Asturias nace con 100.000 euros como interfaz entre administración, tejido local y proyectos anclados en el reto demográfico. Su diseño se alinea con el plan estatal de 130 medidas y con la Declaración de Somiedo: innovación hecha a la medida de cada geografía, con la ambición de canalizar talento y recursos donde se generan. La clave será evitar la inercia de “hacer por hacer” y priorizar iniciativas con retorno verificable.
Para la empresa, hay un gesto que pesa en mercados exigentes: 200.000 euros para subvenciones directas que certifiquen contenido reciclado en materiales y productos. No es un trámite decorativo; es la credencial que pide una cadena de suministro que ya examina trazabilidad ambiental. A una pyme asturiana le puede cambiar la conversación: de competir por precio a competir por valor.
La innovación social llega con 150.000 euros (MRR) para “Visión Vinjoy”, una televisión social inclusiva en el marco del Asturias Living Lab. Formación audiovisual, producción y difusión para capacitar a personas con discapacidad, con problemas de salud mental o en riesgo de exclusión. Objetivo doble: dar voz y, sobre todo, dar oficio.
Y un convenio con las mutuas completa el paquete: podrán tramitar la incapacidad temporal en contingencias traumatológicas concretas -lesiones de hombro, menisco/rodilla y trastornos del disco intervertebral dorsal y lumbar-, con pruebas diagnósticas, tratamientos y cirugías bajo un mismo paraguas. Agilidad administrativa que, si se cumple, reduce cuellos de botella y da certezas a empresas y trabajadores.
En conjunto, el movimiento apunta a lo que hace comunidad: trabajo, movilidad, acreditación ambiental y cuidados. A corto plazo, cabe esperar la activación de ventanillas Leader y los nuevos tiques; obras escalonadas en la AS-330 con afecciones puntuales al tráfico; pilotos tempranos del CIT en comarcas con músculo asociativo; demanda alta de las ayudas de certificación -con necesidad de priorizar sectores con tracción exportadora-; y trámites más ágiles en bajas traumatológicas, especialmente en industrias y servicios con mayor incidencia osteoarticular. Son promesas medibles: conviene seguirles la pista.