La última jornada de Horizontes de Futuro, un proyecto organizado por Conecta con el apoyo de Taxus Medio Ambiente y la Federación Asturiana De Empresarios (FADE), reunió ayer a profesionales, empresas e instituciones para reflexionar sobre cómo acelerar la transición hacia un modelo energético más limpio, sostenible y eficiente.
La cita, que comenzó a las 9:30 horas en el edificio As5Hub con un desayuno de bienvenida y networking, sirvió como espacio de encuentro entre distintas voces del ámbito público y privado para abordar el papel de la energía, la innovación y la sostenibilidad en la transformación del territorio asturiano.
La jornada giró en torno a cuestiones fundamentales como: ¿Podemos transformar nuestros modelos energéticos para construir un futuro más sostenible y próspero? ¿Estamos aprovechando al máximo el potencial de las energías renovables para impulsar el desarrollo económico y social?¿De qué manera la innovación y la colaboración pueden acelerar este proceso de transición?
La apertura oficial corrió a cargo de Nuria Castaño, subdirectora general de Atracción de Inversiones de la Consejería de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo del Principado de Asturias, quien destacó que abordar el papel de las energías renovables, así como la transformación energética y territorial de Asturias “debe hacerse con una mirada transversal, desde diferentes perspectivas. Es necesario pensar en cómo cambiar el modelo de forma justa”. Pero más que un reto, Castaño ve en este cambio una “oportunidad de impulsar el crecimiento y el tejido económico de la región”.

Desde el gobierno están realizando inversiones estratégicas e implantando infraestructuras adecuadas, así como llevando a cabo colaboraciones público-privadas para la realización de proyectos con empresas como Hunosa o la Agencia Sekuens; trabajan en la atracción de talento joven y desarrollan programas para pymes y startups, entre otras iniciativas, con el objetivo, dijo la subdirectora, “de conseguir una Asturias capaz de generar más del 70% de la energía eléctrica a partir de fuentes renovables en 2030”.
¿La clave? La participación ciudadana
A continuación tuvo lugar una mesa de debate que reunió a representantes de empresas punteras en el ámbito de las energías renovables, la ingeniería y la sostenibilidad. Cada uno de ellos aportó una mirada específica desde su sector: Javier Fernández Font, vicepresidente y representante de Delegaciones Territoriales en la Unión Española Fotovoltaica (UNEF); Víctor J. Martínez, director de operaciones de IDESA; Cristina Cardín, responsable del Departamento de Evaluación de Impacto Ambiental en Taxus Medio Ambiente; Omar González, CEO de Exiom Group; y Yerai Fernández Gutiérrez, coordinador de I+D+i en Windar Renovables.

La conversación partió precisamente del deseo pronunciado por Nuria Castaño de conseguir ese porcentaje de energía a partir de renovables en tan solo cuatro años… ¿Será difícil llegar? Javier Fernández-Font lo considera un “desafío ambicioso que requiere el fomento de la implantación de ese tipo de fuentes”. Por su parte, Yerai Fernández cree que “estamos lejísimos” puesto que, considera, “no hay capacidad productiva y existe una gran reticencia social”. Otro hándicap, añadió Víctor, tiene que ver con el precio. Desde su prisma, la energía “tiene que ser barata, porque si no se va a deslocalizar”.
Además, Cristina Cardín considera que “los procedimientos son largos y complicados; se han desarrollado ya sistemas para la implementación de renovables pero no han salido exitosos. Debe haber una mayor planificación para que sea más fácil”.
Entonces, ¿cuáles son las limitaciones? Para Omar González, el problema está en el modelo: “Necesitamos que Asturias apueste de verdad por las renovables, porque nos ha pasado que hemos querido implantar un parque de paneles fotovoltaicos en Sariego y tuvimos que dar marcha atrás porque el Ayuntamiento no quiso; o en Las Regueras, que tampoco pudimos porque aparece explícito en el Plan de Urbanismo”. Unos obstáculos normativos que, a juicio de Javier Fernández-Font, se suman a una resistencia vecinal todavía difícil de revertir: “Necesitamos energía barata, sí, pero seguimos con el problema de que la gente no quiere parques ni de baterías ni de molinos. Y yo entiendo que a los vecinos se les tiene que ofrecer algo a cambio”.
Cristina Cardín propuso entonces una clave transversal: la participación ciudadana. “El ciudadano de a pie necesita que se le informe bien y con carácter previo. Los promotores han de anticiparse, hacer jornadas, hablar con alcaldes y con los vecinos, porque la gente tiene miedo a las energías. Quieren ver tanto los beneficios como el impacto”. Javier reforzó esta idea: “Un vecino no se puede enterar por el BOE de qué va a pasar en su casa”.

Para que el cambio de modelo sea viable, Cristina subrayó que “se necesitan medidas, hacer una evaluación de impactos de forma rigurosa, unificar criterios. Debería haber directrices más claras, cohesión, compartir información para que no suceda que un proyecto tiene el ‘ok’ de Medioambiente pero luego se rechaza por el Plan Urbanístico”.
El debate se abrió después hacia otro de los grandes desafíos del sector: el talento. Víctor J. Martínez apuntó que aparecen nuevos perfiles técnicos vinculados a la captura de CO₂ o al hidrógeno, “los que más necesitamos son perfiles muy concretos para lo que hacemos. Y no siempre es fácil encontrarlos”.
Yerai Fernández fue más específico: “El 80% de nuestra plantilla es de soldadura, calderería... Muy especializada; pero el 20% restante son perfiles como ingeniería de datos, que son complicados de conseguir”. Omar añadió que en Exiom uno de los principales retos es encontrar “un calculista que hable francés”, porque tienen un mercado clave en ese país. “Pero en lo que es montaje o trabajo de planta no es demasiado específico, lo único que están desplazados, y entendemos que al final busquen algo más cerca”.
“Asturias fabrica renovables”
Llegó entonces una pregunta esencial: ¿Por qué apostar por Asturias? Para Yerai, la respuesta está clara: “Asturias y toda la zona norte es líder en España y en Europa en cuanto a la fabricación de componentes. Aquí hay un plus diferenciador en cuanto a la innovación con respecto a la competencia”. Víctor se mostró alineado con esta visión y destacó que “la cadena de suministro se ha reorientado hasta el sector. Hay una readaptación de la cadena de suministro por lo que nos podemos sentir satisfechos”.
Sin embargo, Omar también introdujo una mirada crítica: “Nos parece difícil arrancar aquí sin un cambio de modelo. Queremos mejorar esa cadena de valor y apostamos por ello, pero los costes son un 25% más bajos en China. Falta incentivación de producción local, medidas que ayuden a la reindustrialización de Asturias”.
En el cierre del debate, los ponentes compartieron qué es para ellos el principal reto y la gran oportunidad. Yerai defendió la necesidad de dar “un fuerte impulso al sector”, tomando como ejemplo modelos de éxito como el de Alemania. Omar, por su parte, reclamó “un cambio profundo en la percepción de las energías renovables, tanto por parte de la ciudadanía como de las instituciones”, y advirtió que “si no se promueven proyectos de cercanía, el avance será limitado”.
Cristina puso el foco en el potencial de Asturias, con recursos como el viento y el agua, y en la importancia del apoyo institucional “para que dichos recursos se conviertan en oportunidades reales”. Víctor insistió en que todo lo que se haga debe contribuir a que Asturias sea competitiva: “La energía tiene que ser barata para que se pueda desarrollar aquí”.

Y Javier concluyó la jornada con una afirmación contundente: “Asturias fabrica renovables”. Lo dijo después de constatar que, entre las empresas representadas en la mesa, ya hay más de mil personas trabajando en este proceso de transición energética. Un dato que refleja con claridad que el futuro sostenible ya se está construyendo desde el presente asturiano.