La compañía Seresco, dedicada al desarrollo de soluciones de software y a la prestación de servicios TIC, fue una de las participantes en segunda edición del congreso AsturCON.tech, fundado por la Organización para la Investigación en Ciberseguridad Ofensiva (ORICIO). Su director de Infraestructuras, Sistemas y Servicios, Rubén Pérez, nos comentó cómo están las cosas con respecto a esta problemática en su entidad y cuáles son las soluciones que plantean para paliar sus efectos.
¿Qué nivel de relevancia tienen estas jornadas para una entidad como Seresco?
Desde el punto de vista de nuestra organización son unas jornadas muy importantes dado que fomentan la formación, educación y sensibilización en los aspectos de ciberseguridad. Son además un claro ejemplo de colaboración público-privada como la que surge entre universidad y empresa y, por ello, están alineadas con la cultura de nuestra compañía y de sus objetivos. Para nosotros, como empresa que tiene en sus genes la formación, somos conscientes que son una clara fuente de captación de la columna vertebral de nuestra compañía: las personas.
¿Se han incrementado las amenazas en los dos últimos años? ¿De qué modo?
No solo han crecido, sino que también se han especializado y, teniendo en cuenta que van un paso por delante, estas son exponencialmente peligrosas y hacen necesarias actuaciones que atajen cuanto antes esa distancia. No tienen restricciones ni miramientos. Por eso, las empresas tienen que concienciarse de que esto es algo con lo que hay que convivir, como el virus de la gripe, y por lo tanto, deben tener la necesidad de realizar inversiones para estar lo mejor preparadas y poder minimizar impactos. Siempre es mejor prevenir que curar.
¿Cómo afronta tu empresa los próximos desafíos que plantea la ciberseguridad?
Estamos apostando por dar un servicio completo de protección a nuestros clientes, pero es un mundo de especializaciones que requiere conocimiento profundo en ámbitos diversos. Por esto, el crecimiento inorgánico mediante la integración en nuestra familia de aquellas empresas que sean referencia dentro del sector y que sus soluciones den un valor añadido a nuestros servicios de ciberseguridad. Todo esto, unido a la búsqueda de los mejores aliados en cuanto a fabricantes, centros de innovación e investigación tecnológica.
¿Cuáles son los sectores más afectados por las amenazas?
Podemos hablar de tres ámbitos, aunque se superpongan: protección de datos de clientes, protección de datos corporativos y disponibilidad de servicios. Por ejemplo, Boeing han publicado datos comprometidos de todo tipo (no solo datos personales si no datos técnicos de sus productos y prototipos). Las organizaciones cibercriminales están organizadas como cualquier empresa legal. Existen estudios que indican que a las compañías pueden costarle hasta 11 meses recuperarse de daños reputacionales. Existen otros daños como son las económicos o las responsabilidades legales.
¿De qué modo concienciáis sobre ello a la plantilla?
Empezando por nuestra propia casa, incluyendo en los planes de formación anuales cursos y píldoras informativas. También realizamos periódicamente pruebas para nuestro personal para medir el grado de éxito de la propia formación. Y esta misma metodología es parte de lo que trasladamos a la concienciación de las empresas. Estas acciones son exclusivas y personalizadas.
¿Cuáles son los próximos objetivos que os planteáis en términos de ciberseguridad?
Además de los ya comentados al comienzo de la entrevista, nos hemos marcado como gran objetivo ser un referente dentro del sector, al igual que los somos en otros servicios para nuestros clientes por varias décadas.
¿Qué nuevas tecnologías ayudan a paliar los problemas que se producen en este sentido?
Por nuestra parte, realizamos una selección de los mejores fabricantes y centros tecnológicos que son nuestros compañeros de viaje para la búsqueda de tecnologías disruptivas. Por ejemplo, aquellas relacionadas con UEBA, aplicación de Machine Learning, hiperautomatización e Inteligencia Artificial, entre otras.
