África y Europa: algunos de los destinos elegidos por empresas regionales para desarrollar proyectos energéticos

Contenido ofrecido por la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Gobierno de Asturias |

  • TSK, IDESA, WINDAR y ENCE son entidades que colocan sus productos y servicios fuera del país, en lugares como México, República Dominicana, Alemania, Noruega o Dinamarca entre otros.
  • La internacionalización posiciona a las empresas asturianas en muy buen lugar y las hace competir en otros mercados, pudiendo así mostrar su seña de identidad.
África y Europa: algunos de los destinos elegidos por empresas regionales para desarrollar proyectos energéticos.
photo_camera África y Europa: algunos de los destinos elegidos por empresas regionales para desarrollar proyectos energéticos.

Desde Asturias hacia el mundo. Esa es la mentalidad que cada vez más empresas tienen de cara al futuro. Es cierto que la exportación es algo que se viene haciendo desde hace años, pero hoy, más que nunca, es imprescindible para poder otorgar un valor añadido a entidades que operan desde regiones no tan grandes pero con muchas posibilidades, como es el Principado.

Es la internacionalización uno de los retos que cualquier empresa que está comenzando se plantea para un futuro a medio y largo plazo; y, por supuesto, es ya un objetivo cumplido por las grandes. Una vez que lo consiguen, lo siguiente es tratar de llegar a más y más mercados de todo el mundo para así enriquecer no solo su propia entidad, sino también el lugar desde el que fabrican sus productos o ejecutan sus servicios.

Algunos ejemplos de empresas con sede en Asturias que dedican gran parte de su inversión a la exportación son TSK, IDESA, WINDAR o ENCE. Todas ellas tienen ya una amplia trayectoria profesional; años dedicados a su labor en los que, cual montaña rusa, pasaron por diferentes momentos hasta alcanzar cierta estabilidad. En su momento decidieron traspasar fronteras y lanzarse a otros países para colocar allí sus servicios o productos, compitiendo con otras grandes que lideran mercados. Es decir, llegó un momento de su vida empresarial en el que se decidió arriesgar. Hoy comprenden el acierto que aquella decisión supuso.

Desde 1986 TSK se ha empeñado en mejorar hasta alcanzar la tan ansiada excelencia. En los últimos años se ha producido un gran crecimiento que la ha llevado a ser una compañía experta en lo suyo. Pero, ¿qué es eso suyo? Básicamente, la ingeniería eléctrica, aunque, en realidad, con el paso del tiempo han avanzado en tantos ámbitos que se podrían denominar líderes en la ejecución de proyectos EPC en los campos industriales, energéticos y medioambientales.

Como dato significativo cabe destacar que tan solo en un año, de 2021 a 2022, su facturación se incrementó en un 94%. El grueso de esas ganancias corresponden a la exportación a países como México, República Dominicana, Costa de Marfil y Tanzania.

Planta de TSK en Marruecos.
Planta de TSK en Marruecos.

Con la pasión por bandera, la conducta ética, la fiabilidad, el compromiso y la capacidad tecnológica como las velas, y el trabajo en equipo a modo de timón, este barco llamado IDESA lleva ya 30 años queriendo construir un mundo más sostenible. Para ello, busca aportar soluciones competitivas de ingeniería, fabricación y servicios a disposición de sus clientes y, en general, de la sociedad.

Cuenta para ello con 275 empleados que se dejan la piel en llevar a la empresa a lo más alto en lo suyo, y por eso emprendieron expediciones ambiciosas y muy interesantes que ponen a la región en el punto de mira a nivel mundial. Su facturación en el último año fue de 71 millones, un 22% más alta que en el ejercicio anterior; además, asignan gran valor a la exportación dado que hasta un 80% de su presupuesto va destinado a ello para desarrollar proyectos en países como Noruega, USA, Alemania y Egipto.

Edificio de Northern Lights, de IDESA, en Noruega.
Edificio de Northern Lights, de IDESA, en Noruega.
Planta Northern Lights, de IDESA, en Noruega.
Planta Northern Lights, de IDESA, en Noruega.

El Acuerdo de París en el que se estableció como objetivo frenar el calentamiento global y enfriar el planeta 1.5ºC entró en vigor en el año 2016. Desde entonces, la empresa WINDAR no ha cesado en el intento. Es, de hecho, su mayor objetivo, y alrededor del mismo se mueven los proyectos que están llevando a cabo.

Esta entidad, nacida en 2007, cuenta con 1.566 empleados y su cifra de facturación asciende a 407 millones de euros, lo que supone un incremento respecto al año anterior de un 43%.

Para la organización, exportar es imperativo; es por ello que destinan 184 millones de euros de su presupuesto a colocar sus productos y servicios en Alemania, Francia, EE.UU, Dinamarca y Suecia.

Piezas del proyecto Baltic Eagles, de Windar.
Piezas del proyecto Baltic Eagles, de Windar.

ENCE Energía y Celulosa es una compañía que desde 1957 lleva apostando por el respeto hacia el medioambiente y la sostenibilidad, así como por el impulso de la bioeconomía. Su cometido se basa en la utilización de materias primas de origen biológico, renovable y autóctono y con ello fabrican celulosa de la mayor calidad con la que se produce toda una diversidad de productos papeleros de uso cotidiano, respetuosos con el entorno natural y reciclables, que hacen más fácil nuestra vida.

La biofábrica que tienen en Navia cuenta con 400 empleados, pero a nivel general, el grupo tiene 1148 empleados repartidos por diferentes lugares. Su facturación en 2022 fue de 1003,4 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 22% con respecto al año anterior.

Uno de sus puntos fuertes es, precisamente, la exportación. Destina el 90% de su producción de celulosa a Alemania, Europa Occidental, Polonia, Italia, Europa del Este, entre otras localizaciones.

Haciendo una radiografía se puede observar que TSK destina el grueso de su exportación al continente africano, WINDAR y ENCE a Europa e Idesa reparte su inversión en este sentido, entre Europa y África. Estos datos permiten resaltar la importante labor que empresas que operan desde Asturias están haciendo por todo el mundo, llevando el producto y la fama y consiguiendo posicionar a la región en muy buen lugar. Compiten contra otras empresas que tienen importancia y, posiblemente, ya una cartera de clientes de confianza por ser natural de allí, y lo hacen sin miedo y con paciencia, tratando de ofrecer un servicio diferente y único. Esa es su seña de identidad.

La idea es continuar creciendo fuera de las fronteras para así crear riqueza y diversidad que se traducen en un plus para la región; pero, además, la exportación de productos y servicios energéticos repercute en el modo que tiene Asturias de transitar energéticamente.